Nocturama: «Conseguir que los artistas bajen al sur no siempre es sencillo»

Los circuitos de conciertos son una respuesta desde el espacio público a la demanda cada vez más creciente de música en vivo, pero no solo desde el punto de vista del espectador sino de las bandas, en especial las emergentes, que suelen contar con menos espacios para presentar sus propuestas. Desde hace unos años, y a nivel nacional, Girando Por Salas (GPS) viene programando conciertos de bandas independientes de todos los estilos musicales, convirtiéndose en toda una institución. Como en el caso de Nocturama.

Este circuito de conciertos, organizado y producido por La Suite, reúne a bandas emergentes y a grupos consagrados dentro del panorama de la música independiente, tanto nacional como internacional, en la capital andaluza desde hace doce años con una gran aceptación por parte del público de todas las edades.

«En Nocturama los niños y niñas hasta los 14 años entran gratis, y en estos doce años ya hemos visto como vienen sin padres con más de 18; además intentamos siempre crear programaciones equilibradas con una política de precios asequible, el público debe poder venir todos los días que pueda al ciclo. Siempre decimos que Nocturama lo hace su público y es muy cierto», nos cuenta María Gil, organizadora y miembro de La Suite.

El formato de ciclo de conciertos no es tan habitual como otro tipo de programaciones, como pueden ser los festivales, que poco a poco han ido ocupando el espacio musical de nuestras ciudades. Aún así, desde Nocturama tienen muy claro por qué optaron por éste tipo de programación en la que la relación con el público es más íntima.

«Nocturama se ha mantenido como ciclo porque desde sus inicios ha pretendido convertirse en un espacio para el público, no un simple lugar donde vas puntualmente, sino un lugar cercano, acogedor, divertido y propio donde vivir el verano. Como cuando de pequeño te vas al pueblo y allí pasan cosas, en Nocturama también. Creemos que en estos años hemos conseguido esa relación con el público, y ahora, aunque estamos en un proceso de cambios, seguirá siendo nuestro objetivo principal».

Uno de los atractivos de este evento es que desde sus inicios ha tenido lugar en edificios emblemáticos de Sevilla. Desde 2005 hasta 2015 se celebró sin interrupción en los Jardines del Monasterio de Santa María de las Cuevas en la Isla de la Cartuja. Sin embargo, para este año se ha emplazado en dos ubicaciones: los jardines del Casino de La Exposición para el verano y el Teatro Alameda para los meses de otoño/invierno, a los que pueden asistir 1.000 y 600 personas, respectivamente.

Sobre si ampliarán el número de recintos en los que alojar la futura programación de Nocturama, Gil asegura que » en tanto los espacios escogidos vayan respondiendo a las características de la oferta artística se podrá ampliar o, mejor explicado, alternar unos espacios con otros, pero no hay un interés de ampliar por ampliar».

Gracias a Nocturama se han acercado a Sevilla importantes artistas que de otra forma hubiera sido complicado traer, sobre todo a Andalucía. «Conseguir que bajen a una ciudad del sur no siempre es sencillo«. En cambio, la perseverancia y el buen trabajo han permitido que en esta edición se haya contado con la presencia de Remate, Ainara LeGardon, Alondra Bentley y con destacados artistas internacionales como Nick Lowe & Los Straitjackets y The Divine Comedy.

Para la próxima edición se están barajando algunos cambios. «Superar cada edición sin caer en la repetición de fórmulas manteniendo la política de precios es un reto a veces agotador. La mezcla de artistas consagrados con emergentes en 2017 va a ser muy aguda consiguiendo un contraste muy fresco y divertido. Ahora estamos terminado de definir la próxima edición, pronto habrá noticias», es lo poco que nos pueden contar de la que se espera sea una edición que seguirá apostando por lo mejor de la música nacional independiente, por las bandas emergentes y sobre todo por la calidad musical.