Nacho Vegas estuvo la semana pasada en Barcelona. Presentó su libro de poemas y dio varios conciertos. Pero lo más curioso es que durante sus días en Barcelona se dedicó a recorrer el barrio de Sants y conocer de primera mano la red de proyectos cooperativos del barrio con intención 100% cooperativa: ayudar y aprender. Hizo dos conciertos benéficos en favor de la Escola Arcàdia, centro educativo autogestionado que abrirá puertas en el curso 2018-2019. Sus impulsores suelen ofrecer charlas para buscar financiación y, tras su paso por Asturias, el proyecto llegó a oídos de Nacho Vegas, que se ofreció a colaborar. Fueron 90 entradas a 20 euros solo a la venta el bar donde tuvo lugar la actuación, el Koitton Club y en la librería cooperativa La Ciutat Invisible. Volaron en un día. Lo cuenta Nando Cruz.
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Pero a veces da igual todo lo que haga el músico. Es bien conocido por ejemplo, que entre los fans de Nacho Vegas se encuentra Andrea Levy, quien según el periodista Víctor Lenore podría ser un ejemplo local de la “derecha alternativa”, un movimiento compuesto por «personajes ferozmente neoliberales pero que rechazan el encorsetamiento cultural que conlleva el término», y que se parecen mucho a los “modernos nihilistas, hasta el punto de compartir muchos referentes éticos y estéticos. […] En vez de escuchar a Plácido Domingo y Hombres G, se da un barniz de modernidad presumiendo de gustos a la penúltima», como León Benavente y La Habitación Roja.
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El movimiento ha calado sobre todo en Estados Unidos, pero, como siempre, hay de todo. De hecho, justamente en esta época del año, «los neoyorquinos todavía buscan refugio del viento que congela las avenidas de Manhattan en la moqueta de los teatros de Broadway o en las butacas desgastadas de los cines del Village. También en el calor de los espectáculos del New York Flamenco Festival, un ciclo que se ha consolidado por estas fechas, cuando el invierno da sus últimos coletazos. «Yo no pensé que llegaría a tener esta repercusión, el que se mantenga un público fiel año tras año en un festival de flamenco en Nueva York ya de por sí es algo excepcional», explica su director, Miguel Marín». Escribe Javier Ansorena.
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También la música urbana ha vuelto. «El productor Iván Barias creará el Grammy a la música urbana contemporánea, un artefacto sagaz para que discos poco experimentales pero alejados del pop, que vuelven tras las pistas de los dosmiles con algo más de elegancia, tengan cabida en categoría ajena». En ese contexto, Blanca Martínez habla del sello mexicano Finesse Records, que «está haciendo historia al otro lado del charco, creando una escena y huecos para el futuro. Resulta paradójico que una de las productoras españolas con más repercusión internacional como es Awwz optase por sacar su single Awake y un puñado de remixes con el sello mexicano, antes que con uno español».
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