Para Marcel Cranc hay tres Epic Concerts que lo han marcado en su carrera profesional. El primero, un concierto en la televisión le reveló que quería ser músico; el segundo, un paseo por las Ramblas lo llevó a un bar en donde tocaba una pareja de irlandeses; y el tercero, un grupo portugués detuvo el tiempo para él.
«Aquella música no se podía escuchar solamente con los oídos, también tenía que olerse, dejar que entrara por cada poro de la piel.»
¿Cuáles fueron los Epic Concerts de Marcel Cranc? Desde su propia memoria recuerda para APMusicales.com:
“Uno de los primeros recuerdos de mi infancia fue cuando tenía 4 años. Lo recuerdo perfectamente porque nos mudábamos de casa. Estaba en casa de mi abuela con mi tío, que en aquella época era un hippie de manual. Por la televisión, en blanco y negro y seguramente de dos canales, daban un concierto. Yo me quedé hipnotizado escuchando y observando aquellos personajes sacando sonidos de sus instrumentos, era una explosión de emociones en mi cabeza. Mi tío, viéndome tan entusiasmado, aprovechó para decirme que aquella música no se podía escuchar solamente con los oídos, también tenía que olerse, dejar que entrara por cada poro de la piel…decidí en ese mismo instante que yo quería hacer música, que quería combinar sonidos, que quería aprender a tocar instrumentos. Fue mi primer concierto. El grupo era Pink Floyd y el concierto Live in Pompeia.”
El concierto de Madredeus ha sido el único en mi vida en el que he deseado que no terminara nunca.
Unos años más tarde. Un versión de Marcel en adolescente de 17 años fue desde Palma hasta Barcelona de viaje de estudios. Una noche en la que dejaron deambular un poco al grupo de estudiantes, recuerda que se quedó alucinado al escuchar a una pareja de músicos irlandeses, él tocaba una guitarra acústica y ella el tin whistle. “Era una música mágica, tan directa, tan cercana. Perdí a mis compañeros y lo tuve complicado para regresar al hotel. Este fue el segundo mejor concierto de mi vida.”
Ya en los 30 y teniendo una carrera de músico establecida, asistió a un concierto de los portugueses Madredeus en Palma. “Normalmente cuando asisto a un concierto, lo disfrute o no, soy consciente de su duración, de que finalizará en algún momento. El concierto de Madredeus ha sido el único en mi vida en el que he deseado que no terminara nunca. La voz transparente de Teresa Salgueiro, las guitarras orgánicas, los ambientes etéreos me fascinaron. Fue fabuloso, me hubiese quedado horas y horas escuchándolos.”
Tres conciertos, tres estilos, tres experiencias que marcaron la carrera de un músico que lleva seis discos con tendencias folk, electrónica y pop. Su fama se extiende por Europa y actualmente está presentando ‘7’, su nuevo álbum.
Esta nueva entrega, producida por Toni Brunet, significa un enorme paso en calidad compositiva e interpretativa del artista. 13 canciones que describen el mundo de Marcel lleno de recuerdos, fantasías y anhelos.