Samuel Dixon vía Unsplash

High Fidelity vs posicionamiento web

Escena 1: -año-2000- un chico baila en la discoteca una canción que le encanta. Dormirá con la canción, se levantará con la canción e irá lo más pronto posible a la tienda de música. Le atenderá una versión de Rob Fleming (protagonista de la película High Fidelity) y le tararearía su parte favorita. Probablemente salga con tres discos más (recomendación del tal Fleming) pero sin su canción. Dos meses después volverá a escuchar la misma canción, agarraría por las solapas al DJ y le amenazaría con despeinar su pelo con gomina si no le revelaba el nombre de esa melodía que no podía sacarse de la cabeza.

Escena 2: -fin de semana pasado- una chica está en la discoteca, escucha una canción nueva. Para su baile y le pregunta a su amiga si ella conoce esa letra. «Me suena, pero no». No perderá más el tiempo, sacará el móvil, lo subirá muy por encima del ruido que se escucha a su metro sesenta y shazameará la canción -verbo que viene del uso de la app Shazam– para que su movil le diga exactamente cuál es el nombre, la canción y le de la opción para agregarlo a su lista de spotify.

17 años de diferencia en el consumo de la música hacen que las productoras se replanteen la manera de llegar al publico. Ahora no importa tanto dónde se mueva el disco fisicamente . Eso queda para las farmacias que con tan solo poner una aspirina en el mostrador hace que aumenten las ganancias de la empresa en un porcentaje insultante. Con la música es diferente.

Actualmente lo importante es que el señor Google ponga en los primeros tres lugares la canción del artista en cuestión. Que la canción se reproduzca xxx número de veces en Spotify, que el vídeo sea el más visto en menor tiempo y que los shares y los likes se sucedan como si se les fuese la vida en ello. Lograr esos tres ingredientes toma la mitad del tiempor de lo que se tomaba Rob Fleming en ubicar el vinilo al frente del mostrador, convencer al cliente que aunque la portada es mala, el disco es inolvidable y hacer el cobro esperando que recomiende la canción a alguno de sus familiares.

Posicionamiento en la web es la clave para la viralidad de una canción

Lo que antes era:

Ahora es:

El reto de dar a conocer un grupo evoluciona cada vez más rápido y entender los procesos de difusión de un producto, las herramientas para lograrlo y el análisis correcto del mercado es igual de importante que poner una canción en la radio. Esto aplica también para grupos principiantes, empresas, promotoras y festivales.

Belle and Sebastian no estaban en la «Monday Morning Tape» pero no importa, ahora lo que se necesita es estar en la lista de Spotify indicada para que la canción llegué a la más escuchada. Es la gran competencia y las cantidades industriales de contenido que se publican diariamente lo que dificulta la cuesta arriba del éxito.

Promoción Musical ha entendido la necesidad de poner simple y claro los comienzos de un proyecto en su Guia SEO Musica | Posicionamiento en Buscadores de Músicos. Por su parte, Industria musical hace lo mismo con sus 10 claves estratégicas para dinamizar contenidos musicales en internet.

El viaje del fan ya no es de la discoteca a su casa y de allí a la tienda; ahora es: el descubrimiento, la exploración, la compra (o música en streaming), la retención y el apoyo. No basta con publicar vídeos y subirlos a la web; ahora se necesita una entrada en Google, Wikipedia, Wikidata, MusicBrainz, Spotify, iTunes, GarageBand

Si la industria y el consumo evoluciona, la difusión también. Siempre y cuando, haya espacio para los nostálgicos, los vinilos y la película High Fidelity para recordar épocas pasadas.