Nueva polémica sobre la relación entre promotores y artistas: el festival Viña Rock ha lanzado un concurso para que bandas emergentes puedan tocar en el festival, con 500 euros de premio. Según eldiario.es, «mientras unos lo ven como una oportunidad para darse a conocer en uno de los festivales más importantes de España (…), otros lo contemplan como una iniciativa nociva que fomenta malas prácticas en la industria». Es el caso de David García, portavoz de la Unión Estatal de Sindicatos de Músicos, Intérpretes y Compositoras, que denuncia al periódico: «Cuatro personas con el coche, la gasolina, los peajes si los hay, un bocata, un hostal… Ya me dirás si pasas o no los 500 euros. Eso en lugar de un premio es un castigo». La Asociación de Promotores Musicales (APM), en cambio, lo ve de otro modo. En palabras de Albert Salmerón, presidente de la asociación: «El concurso no se dirige a bandas profesionales, sino a grupos emergentes de la zona que quieran darse a conocer y tocar en el festival». Precisamente por ello, APM valora «positivamente que se remunere con 500 euros una actuación», ya que «es necesario dignificar la profesión de los músicos y esta es una manera de hacerlo».
Nace un nuevo festival en Valencia
No había suficientes festivales en la Comunidad Valenciana. San San Festival, Montgorock, Sons al Botànic, Festival de les Arts, FIB, Low, Rototom, Sunbeach, Arenal Sound… Por citar algunos. A esta lista hay que añadirle un nuevo nombre: Mediterránea Festival que, según Europa Press, es un «nuevo festival de indie rock donde se unirán música, playa, montaña, deporte, cultura y gastronomía» y que «celebrará su primera edición del 23 al 25 de agosto de 2018 en la localidad valenciana de Tavernes de Valldigna«.
Un concierto inolvidable
¿Buscando un artista que deje a tu público sin aliento? Estás de enhorabuena porque El País nos presenta a un gurú de la electrónica, el australiano Bren Frost, del que dice lo siguiente: «Si alguien ha estado en un concierto de Ben Frost, no lo olvida, como no se olvida aquel día en que le rompieron la mandíbula de un puñetazo o cuando enmudeció ante algo inusitadamente bello», pues «lo que convierte en verdadera experiencia los conciertos de Ben Frost (Melbourne, 1980) es la fisicidad de su música, electrónica industrial gélida e intensa. Se van superponiendo las capas de sonido y las partículas de aire golpean el pecho como un martillo neumático».
Believe
Informa Industria Musical de que «la distribuidora Believe estaría considerando salir en la bolsa europea». Pero dependerá si la empresa alcanza una facturación anual de alrededor de 500 millones de dólares. Actualmente esta compañía francesa «emplea a más de 500 personas en todo el mundo y ha recaudado 60 millones de dólares hasta la fecha, habiendo comprado agregadores como Tunecore o sellos tan importantes como Naive.»