Los profesionales de la industria musical están concienciándose de que son una industria. Pero sin convenios colectivos y sin una formación específica, ¿se puede considerar que es realmente una industria?
Cuando la mayoría de contratos se realizan con otros epígrafes ante la inexistencia de unos propios y cuando la formación de los profesionales se realiza con la experiencia directa en puestos de trabajo por falta de educación reglada, ¿es a ojos del Estado una industria al mismo nivel que las demás?
Esta es una de las cuestiones que se plantearon en la conferencia inaugural del Granada Experience, con Jacobo Luis Sutil Nesta (director de la Agencia Gallega de las Industrias Culturales de la Xunta de Galicia) y Kin Martinez (director y fundador de Esmerarte) como ponentes. Fue la primera conferencia, pero no el primer acto, ya que la presentación oficial de las jornadas (en la fotografía), se celebró un par de horas antes y contó con la presencia de numerosos agentes políticos, así como de varias asociaciones culturales.
Entre ellas, estaban la Asociación de Promotores Musicales (APM), la Asociación de Representantes Técnicos del Espectáculo (ARTe), la Asociación Estatal de Salas de Conciertos (Acces), la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza (Faeteda) y la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública. Sus representantes firmaron conjuntamente con los miembros de las instituciones un manifiesto para apoyar la candidatura de Granada a Capital Europea de la Cultura 2031.
En la primera conferencia de Granada Experience, después de la presentación de Pepe Rodríguez (Proexa Producciones), cuya empresa organiza conjuntamente con el Palacio de los Congresos de Granada este evento de carácter profesional, Jacobo Luis Sutil Nesta explicó las líneas de actuaciones de la Xunta de Galicia en el ámbito cultural, ya que Galicia ha sido la comunidad autónoma invitada en esta segunda edición de Granada Experience.
Desde la Xunta entienden la gestión cultural «desde un punto de vista diverso» y «como una fuente de oportunidades», de ahí que Agadic (la Agencia Gallega de las Industrias Culturales de la Xunta de Galicia) tenga 11’65 millones de euros de presupuesto para impulsar las iniciativas culturales de carácter privado.
Con ese dinero, durante 2017 han financiado más de 1.800 funciones de artes escénicas y musicales, así como proyectos audiovisuales. Sobre el sector musical destacó las iniciativas de Rede Galega de Música ao Vivo, que el pasado año recibió 180.000 euros (80.000 más que el año anterior) con los que se realizaron 196 conciertos, resultando beneficiados 57 grupos y 26 locales; también Galician Tunes (donde se da cabida a más de 400 propuestas musicales) y las actividades musicales para promocionar el Xacobeo 2021.
Kin Martínez, por su parte, comenzó su ponencia mostrándose sorprendido por el hecho de que se realicen espectáculos musicales para promocionar el próximo Xacobeo porque, según dijo, es una iniciativa que nace del Ministerio de Turismo, así que «bien podrían haber empapelado los aviones de Iberia o el Aeropuerto de París». «Para mi es un hito que se hayan fijado en la música», declaró.
Martínez, que además de ser asociado de APM, también está en Acces, ARTe y UFi, entr otras, habló de cómo se enfoca desde las asociaciones los problemas que hay en la industria musical y cómo se podrían solucionar. Para él, la música es un sector muy estratégico y transversal, ya que por ejemplo se mezcla mucho con el turismo.
Así, sostuvo que sería conveniente crear de los conciertos y festivales una marca que esté presente en la cultura del público y gestionar mejor el talento, sobre todo el nacional. También apostó por interactuar con otros mercados, optimizar los recursos para llegar a más gente y lograr que los festivales estén más diversificados.
Pero, ¿qué problema soluciona todo eso exactamente? En su opinión, todo parte de que la poca o inexistente regulación estatal de la industria musical. «No podemos seguir contratando a trabajadores dentro de convenios que nada tienen que ver con nuestro sector, no podemos seguir generando economía para otros sectores que no tienen nada que ver con la música…».
Por ejemplo, prácticamente, lo único que se contabiliza del sector musical a ojos del Gobierno en un festival de música es el caché de los artistas. «Y si aún así tenemos datos realmente importantes, imagina cómo serían esos datos si lo tuviéramos todo ordenado», añade Martínez. «Hablamos muchas veces del sector, pero el sector hay que crearlo«, concluyó.