Este viernes arranca la quinta edición de Fuzzville!!!, el primer festival del año de los que organiza Baltimore Producciones, la promotora de APM que ideó el Low Festival y que tiene en su cartera eventos como GetMad, Warm Up Estrella de Levante y Spring Festival. El periodista Jorge Salas escribe en CulturPlaza que la cita alicantina irrumpió hace cuatro años «al amparo de la (entonces aparentemente insostenible) burbuja de festivales, para celebrar su primera edición en la Discoteca KM de Benidorm«, y ha resistido sin calcar «la fórmula indie».
De hecho, desde Baltimore reivindican que no son una promotora especializada en el indie, sino «en el desarrollo y producción de festivales a todos los niveles, tanto en el diseño y la conceptualización original, como en el desarrollo comunicativo y su ejecución final con todos los elementos que en ellos intervienen». Así lo explica, al menos, Carol Rodríguez: «Obviamente el indie es lo que más llama la atención debido a la magnitud de los eventos en los que lo indie es cabeza de cartel. Pero hemos creado festivales totalmente especializados en garage y punk rock con bandas míticas de estos estilos y venidas de todos los puntos de planeta».
Eso es lo son Fuzzville!!! y GetMad!, «festivales totalmente especializados en estilos musicales concretos que mueven a un público muy definido. Bandas de culto del garage, el punk rock y nuevos nombres que emergen en esta escena del panorama nacional e internacional mueven a un tipo de público que busca un festival de conciertos, más exclusivo y no masificado. Los recintos y el espíritu de estos festivales distan mucho de lo que hacemos con festivales como Low Festival o Spring».
Además, según Rodríguez, toda esta acción de la promotora les lleva a ser capaces de desarrollar todo tipo de acciones relacionadas con la música, como las giras a nivel nacional de Nelson Can, JC Satan, The Legendary Tigerman y Les Grys-Grys por toda España bajo el sello de Low festival en 2015 y 2016; o una «hiperactiva agenda de conciertos en salas con el ciclo ‘Fuzzville presenta’, que dura todo el año y que trabaja los estilos garage, rock, punk rock y derivados, desde Redd Kross a Downtown Boys pasando por King Khan & The BBQ Show, por poner algunos ejemplos».
Pero Fuzzville!!! no es solo una serie de grupos, sino que, como en la mayoría de festivales, la experiencia del usuario está en el centro. Al entrar en el parque de vacaciones Magic Robin Hood (Alfàs del Pí/Benidorm), donde se celebra Fuzzville!!! por segundo año consecutivo, se ve un castillo con dos salas: una novedad de esta edición. En cada una hay un escenario. Más allá, una piscina en la que se celebran fiestas cada mañana y dragones gigantes que escupen agua. Y al final, una zona de cabañas con césped, tumbonas, porches y haimas, algunas de ellas incluso con jacuzzi. Es donde se alojan las bandas, parte del público y los sellos discográficos.
Esto último es por la propuesta del Fuzz Market, un encuentro de sellos underground que ha ganado tanta entidad que emerge ya como uno de los atractivos principales de la cita. Hace unos dos meses, el festival anunciaba como si fuera un cabeza de cartel la confirmación de la presencia en el market de Burger Records, uno de los sellos que ya se ha convertido en un clásico del garage norteamericano. El sello independiente y tienda de discos de California destaca por ser el responsable de festivales y fiestas de referencia en Estados Unidos como Burger Boogaloo y Burgerama, y por haber relanzado la edición de discos en cinta de cassette.
Fundado por Sean Bohrman y Lee Rickard -quienes además atenderán en el stand- y con 12 años de bagaje, se ha ganado un puesto entre los fans del fuzz por sus lanzamientos y por contar con un catálogo ejemplar. Así, el sello se unía a los ya confirmados hasta el momento: Folc Records, Monasterio de Cultura, Munster Records, Ghost Highway Recording, Rufus Recordings, Holy Cuervo, Family Spree Recordings, Snap!! Records, Discos Precolombino, Pipus Recordings, Wild Honey Records, Otis Premium Recordings y Striped Records.
De hecho, Fuzzville!!! ha crecido en actividades paralelas, lo que forma parte de una estrategia de consolidación también como destino. «Para nosotros lo importante es convertirnos en un input turístico demostrable para el lugar en el que habitan nuestros festivales», asegura Rodríguez. «Uno de nuestro focos es fidelizar a nuestro público y al mismo tiempo renovarlo, consiguiendo un relevo generacional», continúa.
«Por ello una de las facetas en las que trabajamos con mucha intensidad es activación de programación más allá de la que se produce en el propio recinto, repercutiendo de esta manera en una amplísima variedad de sectores en el lugar y generando un impacto económico real en hoteles, restaurantes, salas de conciertos y bares, así como en transportes e incluso comercios. Ocurre así con muchos festivales, es el festival el que atrae un tipo de público que se suma al habitual de la zona, y el que convierte una zona normalmente no turística en un punto de encuentro de turismo musical», zanja la responsable de Baltimore.