Basola Vallés, de entradas.com

Basola Vallés (entradas.com): «Diez años entre la tecnología y la emoción»

Arrancamos 2019 con una intensa escena musical por delante. Leyendas de la música como Mark Knopfler harán parada con sus giras en España y vamos a ser protagonistas en primera persona del retorno a los escenarios de pesos pesados de la música patria como Alejandro Sanz y Raphael. Desde entradas.com esperamos gestionar más de 3.000 eventos este año. Pero antes de mirar al futuro, quiero hacer un repaso a cómo ha evolucionado el consumidor de espectáculos musicales durante los últimos años. Aprovechando el décimo aniversario del Anuario de la Música en Vivo, desde entradas.com queremos hacer nuestro particular #10YearsChallenge. Y es que, como decía Soledad Giménez de Presuntos Implicados: «¡Cómo hemos cambiado!».

El 2 de abril de 2009, los australianos AC/DC llegaron a Madrid para ofrecer uno de los dos conciertos que celebraron en España. Días antes del espectáculo, largas colas de fans se agolparon en las taquillas del antiguo Palacio de los Deportes –hoy WiZink Center- para comprar y recoger sus entradas. Es una escena difícil de ver hoy en día, puesto que la gran mayoría de los asistentes a un concierto la compran online o a través de una app y acceden fácilmente a los conciertos con su passbook desde su teléfono móvil o, los cada vez menos, con su entrada impresa en casa. Estos avances tecnológicos no están reñidos con el aumento de la demanda de entradas físicas como objetos de culto. Para muestra, un botón: los fans de Crystal Fighters que compren su ticket para su concierto de este año en entradas.com tienen la opción de poseer su FanTicket si quieren conservar un recuerdo inolvidable de este concierto.

Dos meses después de AC/DC, llegaba a Barcelona U2, con Bono a la cabeza, ofreciendo dos conciertos en la ciudad condal. Llenazo en el Camp Nou en sendas citas: en pocos minutos se colgó el sold out con 182.000 asistentes. Entonces era frecuente ver los días de los conciertos, en los accesos al estadio, a despistados fans de los irlandeses que se habían quedado sin entrada, tratando de conseguir un pase para ver a sus ídolos. Una escena que, diez años después, también ha cambiado radicalmente. Y es que los clientes cada vez demandan una mayor garantía de autenticidad y acude únicamente a lugares de venta oficial.

Cuantitativamente, el volumen y los ingresos de la música en vivo también han cambiado estos 10 años. La música en vivo recaudó 334 millones de euros en 2018, la cifra más alta desde que se empezaron a registrar (en 1998), según el último anuario de APM. Sin embargo, se vendieron 26,6 millones de entradas, muy lejos de los 35,6 millones de 2009. Esta contradicción tiene una explicación sencilla: las masas se reúnen en los grandes eventos, más caros. El ejemplo más claro lo tenemos con el boom de los festivales de música.

El verano de 2009, los hermanos Gallagher de Oasis daban su último concierto en España antes de disolverse. Era la decimoquinta edición del Festival de Benicàssim y entonces, este festival era uno de los pocos macro eventos musicales que se celebraban en España. Diez años después, estamos viviendo la edad de oro de los festivales. Tanto es así que España se posiciona ya como un claro referente en festivales de música en Europa. De hecho, uno de los temas de referencia este 2019 en FITUR fue el auge del turismo de festivales.

En definitiva en 2019 nos encontramos en un nuevo escenario de grandes eventos musicales en los que será más importante que nunca la gestión de grandes volúmenes de entradas. Y por eso desde entradas.com damos tanta importancia a la estabilidad de nuestra plataforma de ticketing, capaz de gestionar 30 millones de peticiones en menos de 30 minutos y que soporta la gestión de tres millones de clientes de forma simultánea. Gracias a nuestra tecnología, este año podremos gestionar desde entradas.com ágilmente los tickets de uno de los festivales con más solera de España: el Doctor Music Festival, que este año vuelve a lo grande con artistas como Rosalía, Chemical Brothers y Primal Scream.

No cabe duda de que en los últimos 10 años el consumidor de música ha evolucionado y se ha vuelto más exigente. Es un consumidor más tecnológico y que se desenvuelve con soltura a la hora de comprar una entrada en el nuevo entorno digital. Pero hay algo que nunca cambia: la emoción del espectador al ver en directo a su músico favorito. Y es que ya lo dijo el gran compositor Igor Stravinski: «No basta con oír la música; además hay que verla».

Basola Vallés
CEO de entradas.com

Este texto fue publicado originalmente en el especial décimo Anuario de la música en vivo