Sónar+D
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Tecnología, sostenibilidad e impacto social en Sónar+D

El congreso de tecnología, creatividad y negocios Sónar+D abrió este miércoles las puertas dando cabida a reflexiones clave sobre la industria de la música en vivo.

En la conferencia inaugural, Robert Del Naja de Massive Attack recordó cómo ha desarrollado su relación entre la música y la tecnología. “Como banda nuestro primer contacto con la tecnología fue en 1997 cuando empezamos en Bristol a trabajar con samplers, después de haber tocado hasta entonces instrumentos en un garaje. Tardamos en comprarnos instrumentos electrónicos porque eran muy caros; los solíamos alquilar”.

El músico inglés quiso situar además históricamente el momento actual. “Creo que no hay ninguna duda de que la industria de la música dejó de ser la misma con la aparición del hip hop, y ahora está ocurriendo lo mismo con el protagonismo de la inteligencia artificial”.

Sin embargo, para Del Naja, “la aparente perfección que se supone que dan las máquinas produce colateralmente que la excentricidad sea algo casi inexistente, pero esa excentricidad es paradójicamente lo que hace que el músico humano destaque”.

La música en vivo en Sónar+D

Aunque Sónar+D cada vez incluye más iniciativas tecnológicas, aún persisten esas conversaciones estrechamente vinculadas a la música en directo. En la primer jornada, por ejemplo, fue el caso de la mesa titulada ‘Festivales de música y sostenibilidad: Igualdad de género’.

En ese caso el debate giró sobre la igualdad de género en festivales de música desde diferentes perspectivas: los artistas, el público y los profesionales. La intención era abordar la situación desde el menos tres puntos de vista diferentes y se abordó también desde tres ámbitos.

Por un lado, estaba el tratamiento de los carteles de los festivales, sobre si tienen que ser paritarios y si las nuevas tecnologías y el big data pueden ayudar a conseguir esa paridad, ante lo que advirtieron de que los sesgos de género que hay entres los humanos, se cuelan también en las aplicaciones que programan.

Otro ámbito era el de la seguridad de las mujeres, donde se habló del nacimiento y estrategia del programa del Ayuntamiento de Barcelona No Callem, que está siendo impulsado en colaboración con muchos de los principales actores de música en vivo de la ciudad, como son las promotoras de festivales y las propias salas.

Y, por último, se abordó la necesidad de luchar por la igualdad a todos los niveles, consiguiendo la paridad en ámbitos de producción y directivos de la industria musical. Allí es donde más trabajo queda aún por hacer.

En esta misma línea, que une música en vivo y transformación social, se ubicó también la charla del jueves ‘La música más allá del bolo’. En ella, se habló de las experiencias que se diseñan para enganchar al espectador en un concierto, un festival y una noche en un club.

Así, presentaron su trabajo los comisarios Chris Sharp, programador musical del Barbican, un centro cultural en Londres. Natalia Fuchs, organizadora de Gamma Festival de San Petersburgo. Y Juha van ‘t Zelfde, organizador de la rave política Progress Bar de Amsterdam.

Todos ellos hablaron de cómo complementan la música con experiencias visuales, proyecciones, instalaciones, talleres y conferencias. De manera que exponen al público a nuevos formatos y nuevas maneras de vivir la música.

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