Hablamos con Carmen Lanuza, directora de la Anella Olímpica, sobre el compromiso medioambiental, las acciones y prácticas sostenibles actuales, y los retos que se plantean en un futuro para combatir el impacto que tiene los recintos que gestionan.
¿Cómo aborda la Anella Olímpica la responsabilidad medioambiental?
Somos conscientes que el impacto ambiental en recintos como los que gestionamos en la Anella Olímpica, es considerable. Por esta razón desde hace unos años, una de las prioridades de nuestra empresa (B:SM) es la de incorporar las mejores prácticas de gestión y hacer un buen uso de los recursos disponibles. Esto se concreta en acciones relacionadas con el reciclaje, movilidad y sostenibilidad de las instalaciones.
¿Cómo se puede medir el impacto que tenéis en vuestro entorno?
Las auditorías están integradas en nuestro sistema de gestión y nos ayudan a controlar el cumplimiento de todas las intervenciones programadas para el mayor rendimiento y eficiencia energética y la reducción de residuos y recogida selectiva. Así valoramos el impacto de la huella de carbono de la instalación y de las distintas actividades.
¿Cómo ha evolucionado la implicación de la Anella Olímpica en el impacto medioambiental?
Una de las líneas estratégicas de B:SM, de aplicación en todas su áreas de actividad, es la gestión sostenible. El hecho de contar con una política de empresa orientada a fomentar las buenas prácticas en materia de sostenibilidad, permite evolucionar, crecer y aprovechar las sinergias que ofrece formar parte de un grupo empresarial con tantas líneas de negocio distintas.
¿Qué tan necesaria es la colaboración con el Ayuntamiento para implementar con éxito estas propuestas?
El compromiso medioambiental de B:SM se relaciona con el programa de Entidades y Empresas + Sostenibles de Barcelona. Más que una colaboración, se trata de trabajar en la misma dirección, con unas directrices que impulsan la estrategia para extender la sostenibilidad a cualquier ámbito de nuestra Ciudad.
¿Son indispensables las ayudas privadas para enriquecer esta sinergia?
Lo que resulta indispensable es que todas las empresas privadas que colaboran con Anella Olímpica, en su mantenimiento o en la celebración de eventos, incorporen a su gestión el mismo compromiso medioambiental. Hacer partícipe a estas empresas de nuestros objetivos, es básico para garantizar el éxito de las acciones que se fijan anualmente en las Instalaciones de la Anella Olímpica.
¿Cuáles son los retos que os planteáis cara al futuro?
Tenemos varios proyectos, aunque reducir el uso del transporte privado para llegar a los recintos de la Anella Olímpica, es uno de nuestros mayores retos. También estamos trabajando aspectos medioambientales en el marco de la restauración y ya hemos estrenado alguna iniciativa orientada a este objetivo. Somos conscientes que es necesaria la concienciación ciudadana, pero estamos convencidos que el compromiso ciudadano con la sostenibilidad es un factor en alza.
