Desde el 14 de marzo el WiZink Center de Madrid está cerrado al público, sin música en vivo ni actividades deportivas. Aunque el recinto sigue con las luces abiertas por tareas de mantenimiento, el ocio no es el protagonista del venue partner.
En una entrevista en la Agencia Europa Press, el consejero delegado de Impulsa Eventos e Instalaciones (la empresa que gestiona el recinto), Manuel Saucedo, se mostró “optimista” y espera volver cuanto antes a la normalidad, para poder celebrar los conciertos aplazados. “Ojalá después del verano podamos abrir y recuperemos la normalidad. Aseguraríamos una buena programación”, destaca.
Este año tenía que ser especial para el WiZink Center, ya que hubiera batido su récord de eventos celebrados, alrededor de los 200. Excepto los festivales con diversos artistas que por las agendas personales de cada uno era complicado reubicarlos en otra fecha, la gran mayoría de conciertos se han podido posponer para los próximos meses.
Ahora su principal prioridad es “salvar los muebles” de lo que será un golpe muy duro para el sector musical. En este sentido, Saucedo explicó a Europa Press que ya están trabajando en nuevas medidas: “Pensamos en la desinfección total y en protocolos de entrada y salida”. No obstante, considera que reducir el aforo, que actualmente puede acoger 15.000 personas, “es muy complicado”: “Un recinto de estas características, si no es con grandes aforos, no es rentable para los artistas. Solo abrir un recinto así es muy costoso, no se puede hacer con la mitad del aforo”, concluyó.