Contenido patrocinado por Palau Sant Jordi
La música en vivo es, junto con las actividades deportivas y otros espectáculos, el principal motor de las Instalaciones de la Anella Olímpica de Barcelona: Palau Sant Jordi, Sant Jordi Club y Estadi Olímpic. Pero la paralización automática de la actividad a causa de la pandemia, ha conllevado al venue partner de APM a cerrar las puertas al público a la espera de directrices por parte de las autoridades que permitan un paulatino regreso de la actividad.
“La paralización total de la actividad y la incertidumbre de su normalización nos sitúa en una complicada situación de viabilidad y continuidad a corto plazo”, explica Carme Lanuza, directora de la Anella Olímpica y el Fòrum de Barcelona.
La principal prioridad del equipo del Palau Sant Jordi en la actualidad es reubicar los eventos afectados por el estado de alarma y prepararse para volver a ofrecer experiencias seguras. En esta línea la directora afirma: «Afortunadamente la mayoría de los eventos se han podido posponer a nuevas fechas».
Con la programación en standby, el recinto barcelonés está colaborando con las instituciones aportando recomendaciones, basadas en su experiencia, sobre los posibles criterios de distanciamiento, preventivos y de aforo para el futuro: “Nuestro conocimiento nos permite aportar ideas, propuestas y clarificar posibilidades reales”, afirma la directora que apunta: “Creemos que es un momento en el que todos tenemos que enfocar la situación, olvidando lo que conocemos, visualizando una realidad diferente y ver cómo podemos trabajar con las restricciones que indudablemente sufriremos”.
En el Palau Sant Jordi no son ajenos a la realidad de los profesionales del sector: “Nuestra principal preocupación son nuestros trabajadores y todos aquellos colaboradores que trabajan codo a codo con nosotros para conseguir que los actos programados sean un éxito. Y nos preocupan especialmente los promotores musicales y de eventos deportivos, y su capacidad de capear la crisis que estamos viviendo. Somos conscientes de la diversidad existente y las diferentes realidades y posibilidades que tienen cada uno de ellos”, comenta Lanuza.
Otro aspecto esencial que merece su atención son los fans. El recinto aparte de comunicar los cambios en su agenda musical, mantiene el contacto con sus seguidores gracias a las redes sociales: un llamamiento a recordar conciertos míticos que forman parte de la historia del Palau Sant Jordi (“Remember When…”) preguntas curiosas sobre acontecimientos pasados (“Sabías que…”), preguntas tipo quiz y felicitaciones de aniversario a artistas que han pasado por Barcelona.
Esta situación anómala y excepcional es difícil para todos, pero en el Palau Sant Jordi quieren lanzar un mensaje de apoyo y solidaridad con el lema #PalauSantJordiDesDeCasa y #EnsEnSortirem (saldremos de esta). “Tenemos que seguir luchando por la Cultura. La Cultura es Vida y es nuestra responsabilidad seguir llegando al público y poner a su disposición una oferta musical en vivo adaptada a esta situación actual”, concluye Carme Lanuza.