autoconcierto
Imagen de un autoconcierto en Alemania. Autoría: S. Lankutis/Drive in Live (IQ Magazine)

Del autocine al autoconcierto: ¿tiene futuro en la música en vivo?

Un proyector al aire libre y una multitud de coches aparcados delante con personas dentro disfrutando de una película. Esta imagen antigua que se consolidó entre las propuestas de ocio de mediados del siglo XX, parece que ha vuelto en tiempos de coronavirus y adaptado en la música en vivo. ¿Pero el autoconcierto ha venido para quedarse? Parece que no, pero se muestra como una alternativa curiosa para disfrutar de la música en vivo.

Parece que no sólo la tecnología ofrece alternativas a la música en directo. En algunos países europeos han mirado por el retrovisor y han optado por esta iniciativa vintage: conciertos con el público dentro del coche. Lituania, Dinamarca, Alemania y Hungría ya han ofrecido actuaciones de este tipo, según informa IQ. Se trata de una alternativa interesante, pero sin duda no se posiciona como una solución que pueda consolidarse.

En Lituania el público sintonizó el autoconcierto en la radio de sus automóviles; en Dinamarca los asistentes podían interactuar con el artista a través de la plataforma Zoom; en Alemania han transformado descampados en desuso en nuevos escenarios y han colgado el cartel de sold out en varias ocasiones con este formato; también con coches pero con un enfoque diferente, en Hungría los músicos de la Orquestra Sinfónica de Budapest conducen por la ciudad con unos altavoces en sus coches compartiendo conciertos pasados. Todas estas iniciativas han acogido entre 500 y 2.000 personas.

Pero sin duda, la alternativa más popular de los artistas en estas semanas de confinamiento ha sido el uso de la tecnología para conectar con el público. Con anécdotas como el concierto dentro del videojuego Fortnite que ofreció Travis Scott, la mayoría de los músicos han ofrecido conciertos en streaming desde casa. A la espera de la reactivación de la música en vivo, el reto también está en poder monetizar los conciertos digitales.