Ante la cancelación de la primera edición del Jiwapop de Montcada i Reixac, tan solo un día antes de su inicio, la APM insiste en la necesidad de incrementar la regulación del sector y asegurar la presencia de profesionales acreditados en la organización de eventos musicales para evitar situaciones como la acontecida, que manchan la reputación de la música en vivo en España. Ante estos hechos, la APM considera que:
Los festivales deben ser organizados por profesionales
El panorama festivalero en España es rico, pero no siempre está ligado a la profesionalidad. La APM defiende el derecho de todo ciudadano a presentar sus propuestas, pero reclama la involucración de profesionales del sector en la organización, producción y asesoramiento para mantener los estándares mínimos de calidad, seguridad y gestión presupuestaria.
Más regulación para garantizar la seguridad
La organización de un evento en el que se esperan miles de asistentes conlleva un alto riesgo de seguridad que hay que saber gestionar. Es necesaria una mayor regulación del sector para garantizar que la producción de festivales y conciertos están en manos de profesionales. Trabajamos con personas y hay que garantizar su seguridad para evitar repetir experiencias traumáticas del pasado.
Una cancelación así daña la imagen de los festivales en España
La cancelación de un festival es una variable inesperada, pero que se puede producir. En el caso comentado, la organización no ha seguido los procedimientos adecuados para estas situaciones. El ritmo de entradas del festival obligaba a reaccionar antes para responder debidamente a público y artistas. El proceder de la organización daña la reputación de los profesionales de la música en directo, con la consecuente repercusión sobre los asistentes a festivales y conciertos. Su enfado e indignación está justificado.
Conocimiento ante la organización
Este caso demuestra que el desconocimiento del sector es el gran enemigo de la música en vivo en España. Reivindicamos la figura del promotor profesional como único organizador homologado en la producción de festivales y conciertos en el país para garantizar a público y artistas calidad y seguridad. No todos los ciudadanos poseen la experiencia, el conocimiento ni la profesionalidad necesaria para llevar a cabo este tipo de eventos que van mucho más allá de reunir a una serie de artistas, conseguir unos sponsors –que inexplicablemente están aceptando propuestas no profesionales- y poner entradas a la venta.