El negocio de la música se acerca a su punto álgido, la industria gira en torno a los formatos de moda y el streaming después de su eclosión en la música, su crecimiento es cada vez más lento en Europa y Estados Unidos. En un reciente artículo de Billboard, Robert Levine analiza el futuro en otros mercados y productos para que el negocio de la industria musical siga generando dinero.
Durante la última década, el streaming ha disparado el negocio de la música, en el panorama internacional se ha pasado de unos ingresos totales e 13.000 millones de dólares en 2014 a 28.600 millones el año pasado, según el informe de la RIAA de finales de marzo. «En dólares ajustados a la inflación, la industria vale casi el doble de lo que valía al principio del auge del streaming».
A pesar de este crecimiento, en Estados unidos el streaming se está ralentizando: los ingresos pasaron de 15.900 millones de dólares a 17.100 millones el año pasado, y no han crecido mucho en los dos últimos años. La posible causa que explica esto es el número limitado de suscripciones de streaming que vender, teniendo en cuenta que, Estados Unidos tiene ahora una media de 96,8 millones de suscripciones a la carta en 12 meses en un país de 127 millones de hogares.
Esto también pasa en Europa, donde el negocio de la música grabada creció un 8,9%, según el Informe Mundial de la Música 2024 de la IFPI, frente al 7,4% de Estados Unidos y Canadá. En el mundo en desarrollo, donde el negocio de la música es mucho menor, las cifras son muy distintas: Asia creció un 14,9%, con gran parte de ese crecimiento procedente de China, que aumentó un 25,9%; América Latina creció por decimocuarto año consecutivo, un 19,4%; y los ingresos del África subsahariana aumentaron un 24,7%. Estos aumentos se están produciendo en empresas más pequeñas, pero significan que hay mucho espacio para el crecimiento: simplemente se está desplazando hacia el sur y el este.
Los superfans como oportunidad
En el artículo se nombran diferentes oportunidades para seguir con ese crecimiento en los ingresos de la industria musical como es: subir los precios de las suscripciones de streaming, pero también podría verse impulsado por la concesión de licencias de música para el entrenamiento de inteligencia artificial, así como para las redes sociales, los videojuegos y el Metaverso.
A veces lo innovador es no ser innovador
Algunas de las oportunidades más interesantes podrían venir de un modelo de negocio tradicional: Vender cosas. Hace dos décadas gran parte de esos ingresos procedían de fans serios que compraban un par de álbumes al mes en lugar de un par de álbumes al año, la mayoría por más de lo que cuesta hoy una suscripción mensual de streaming. Esa dedicación explica el crecimiento del mercado del vinilo, que pasó de 243,8 millones de dólares en 2014 a 1.400 millones el año pasado, casi una sexta parte del tamaño del negocio de la música de hace una década en dólares de 2023.
Igual que otros formatos, el crecimiento del vinilo también se está ralentizando, pero los consumidores han demostrado estar dispuestos a gastar más en sus artistas favoritos, razón por la cual los ejecutivos de la música están tan entusiasmados con los superfans, que podrían ser una oportunidad que explotar. Según Robert Levine en su artículo, tampoco es fácil encontrar a los superfans y es muy importante saber muy bien como van a actuar y cuáles son sus preferencias. «Para ganar dinero con los superfans hay que encontrarlos, averiguar qué quieren comprar y comercializarlo, presumiblemente por Internet, mejor que los promotores en directo o las startups especializadas».
Desde un punto de vista financiero, el K-pop es esencialmente un negocio de merchandising con grandes márgenes de beneficio centrado en un público entregado pero no del todo mayoritario. Y si las discográficas van a seguir creciendo en Estados Unidos y Europa, al menos parte de su negocio podría parecerse mucho a eso.
Con la forma en que se consume música hoy en día, la audiencia es cada vez mayor, pero también están muy dispersas y saturadas. Por ello en la actualidad es muy importante saber captar la atención de la audiencia y retenerla, fans que repitan, se comprometan y fidelicen con la música de sus artistas preferidos, los conocidos superfans.
Según un artículo de Sympathy for the Lawyer, «Hay informes que proyectan unos ingresos potenciales de 4.200 millones de dólares para los próximos seis años sólo gracias a un mayor consumo de superfans». Los datos del estudio de Goldman Sachs son incluso más alentadores: el gasto de los superfans en música cada mes es un 80% superior al gasto de los oyentes ocasionales. Este segmento de consumidores podrían suponer una oportunidad de negocio para la industria musical de 4.200 millones de dólares para los próximos años.
Este perfil de fans, no solo gastan dinero en streaming y merchandaising, la movilización y compromiso de los superfans son también un factor clave para el crecimiento de la venta de entradas de conciertos y festivales. Hay oportunidades de negocio muy interesantes motivadas por la disposición de buena parte de esos superfans a adquirir nuevos productos vinculados al concierto, como preventas exclusivas, paquetes VIPs o coleccionismo con objetos del evento. Por lo que los superfans se convierten en una oportunidad de crecimiento para la industria musical en los próximos años.