MIL Lisboa se dedica a promover y internacionalizar la música popular actual, además de reflexionar sobre políticas y prácticas culturales. Incluye festivales, convenciones, academias y más, anticipando tendencias y estimulando el debate sobre el futuro de la música y la cultura. Desde su inicio en 2017, ha experimentado un crecimiento significativo, triplicando el número de profesionales y asistentes. En la última edición celebrada en 2023, reunió a 920 profesionales de 18 países y 265 artistas, con 78 showcases y una amplia gama de eventos. Un total de 3.973 espectadores participaron en el festival, mientras que 69 actividades fomentaron la red profesional de MIL.
‘Is the european music industry in a good shape?’
Como parte de MIL URL TALK, el festival profesional con sede en Lisboa, se llevó a cabo una serie de charlas en línea en 2020. Una de ellas exploró la situación de la industria musical europea en la era del streaming. En esta sesión, moderada por Shykd de CURA Collectif, participaron expertos como la naturópata Sandrine Bileci, la fisioterapeuta Coralie Cousin, la investigadora Sally-Anne Gross, el manager musical Pierluxx y la coach Esther Van Der Poel, todos con experiencia en la industria musical. Juntos, abordaron las complejidades y desafíos que enfrenta el sector en relación a la salud mental.
Shykd, inició la conversación cuestionando la necesidad de asesoramiento desde la perspectiva del artista. La coach Van Der Poel señaló la intensa presión que enfrentan los artistas, especialmente debido a las redes sociales, lo que les impide disfrutar el momento presente.
¿Cómo se trata la salud mental en la industria musical?
Desde el punto de vista de Van Der Poel, los problemas de salud mental siguen siendo tabú, un tema que cuesta hablar. En el estudio ‘Can Music Make You Sick? Music and Depression’, publicado por la Universidad de Westminster y Music Tank, en 2016, se exploraron los problemas de salud mental entre los músicos. El estudio ofrece una visión sorprendente del malestar mental en la industria. El estudio reveló que un asombroso 71% de los encuestados creía haber experimentado ataques de ansiedad y pánico. El 65% informó haber sufrido depresión. Siendo uno de los estudios más grandes de su tipo a nivel mundial, con más de 2.200 encuestados.
La investigadora señala la sistematicidad de las prácticas laborales en la industria musical, las cuales dificultan que las personas dispongan de tiempo libre. Subraya la importancia de que los músicos no se sientan siempre responsables, destacando que «no es necesario ser Superman». «Nadie debería estar trabajando 24 horas al día, 7 días a la semana», expone Van Der Poel.
En un estudio francés sobre salud mental en la industria musical, con una muestra de 500 personas que incluía tanto músicos como profesionales del sector, se encontró que 4 de cada 5 personas habían experimentado ansiedad, estrés, depresión, trastornos del sueño o malos hábitos alimenticios en algún momento. Además, el 25% de los participantes fueron diagnosticados con depresión al menos una vez en su vida, en comparación con el 10% de la población general en Francia.
Los músicos y profesionales de la industria musical en Francia tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticados con depresión
Sandrine Bileci
Además, 1 de cada 3 mujeres reportaron haber sido víctimas de acoso sexual al menos una vez, y 1 de cada 2 encuestados mencionaron haber sido víctimas de acoso psicológico a veces o con frecuencia. Además, se agrava el problema de que las personas no saben cómo abordar el tema de la salud mental o a quién recurrir en busca de ayuda. 3 de cada 5 personas no buscaron ayuda, y la mitad de ellos no fueron conscientes de que la necesitaban o de dónde encontrarla.
Van Der Poel cerró la charla con una reflexión poderosa: «En términos de apoyo europeo, creo que es crucial que los músicos reciban algún tipo de ingreso básico universal en toda Europa para evitar que vivan constantemente al límite. Necesitamos abordar de manera urgente los fundamentos del impacto económico que enfrentan los músicos. Hay mucho que aprender y debemos abordar estas cuestiones fundamentales sobre la calidad de vida de las personas. Todos necesitan apoyo económico para poder respirar.»