¿Recuerda a Phil Collins? La mayoría de las personas que le conoce ignoran que fue el baterista de Genesis, antes de ser su cantante. En la época en la que él tocaba la batería, el cantante era Peter Gabriel, y Genesis era una de las bandas más prometedoras (e innovadoras) del llamado «rock progresivo«. Desde entonces hasta la última etapa de los Genesis, la banda ha tenido que superar sucesivas catarsis de las que ha salido siempre fortalecida, vendiendo cada vez más discos.
La primera gran catarsis fue precisamente cuando en 1975 Peter Gabriel decidió dejar el grupo para perseguir su propio proyecto en solitario. ¿Cómo se recobra un grupo así de la pérdida de un líder como él?
Los Genesis quedaron por un tiempo descabezados. Intentaron encontrar un sustituto fuera del grupo y comenzaron un proceso de selección de nuevo cantante. Sin embargo, era tanto el carisma de Gabriel que ninguno de los candidatos les encajaba en el puesto. Así que tomaron una decisión arriesgada y audaz. Phil Collins, que hasta entonces había sido un as en la batería, sentando cátedra durante cinco años, había hecho también algunos coros en algunas de las composiciones. El muchacho sabía cantar y tenía una voz interesante. No tenía el carácter dramático de Gabriel, pero sin duda tenía su propia clase de talento, ya que entre otras cosas era mucho más humorístico. Así que los Genesis echaron mano de «recursos propios» y el baterista saltó desde las baquetas al micrófono, como flamante nuevo frontman del equipo. La voz de Collins dio a Genesis un nuevo sonido y la banda reorientó su música en cierta medida alcanzando un mayor éxito y proyección, en todos los sentidos.
¿Y quién iba a ocupar entonces el puesto en la batería? Los Genesis encontraron una nueva solución. Collins siguió componiendo las baterías de la banda y ficharon a un baterista experto para los conciertos en directo (Bill Bruford). A partir de ese momento, los conciertos de Genesis ofrecían al público una experiencia inaudita. En el escenario se montaban dos baterías, una para el batería de sesión y otra para Collins, que cuando dejaba el micrófono regresaba a su puesto original para tocar durante los frecuentes pasajes instrumentales. Con el tiempo rizaron más el rizo y empezaron a ofrecer pasajes con dos baterías en sincronía tocando con las baquetas sobre dos sillas antes de regresar a sus respectivas baterías.
Así es como los Genesis convirtieron un problema en una oportunidad para deleitar a su público. Es decir, crear una fortaleza y un rasgo distintivo y único.
El primer álbum del grupo sin Peter Gabriel, llamado ‘A trick of the tail’, dobló las ventas de unos Genesis que se iban adaptando magistralmente a los cambios que aparecían en su camino y se iba haciendo más y más grandes.