La amenaza del miedo escénico

El Barclaycard Center recibía el sábado la primera parada de una de las citas más esperadas de este final de año. Sabina volvía a actuar en Madrid en solitario por primera vez en cinco años, y lo hacía para recuperar su histórico ’19 días y 500 noches’. Las entradas volaron tan buen punto se pusieron a la venta. 14.000 incondicionales esperaban la vuelta a la capital del cantautor. Y ante tan esperada cita, Sabina solo pudo responder a pleno rendimiento durante 40 minutos. “Me ha dado un Pastora Soler”, soltó el cantante en su intento de retomar la actuación, en referencia a la retirada de la artista por miedo escénico. Y, a pesar de su intento por retomar el pulso y la serenidad, tuvo que retirarse entre lágrimas antes de lo previsto.

“Sorprende ver en situaciones como esta a profesionales de la altura de Joaquín Sabina, pero estas cosas pasan sin importar la experiencia que tenga la persona”, analiza Joan Francesc Cànovas, director académico del Máster en Dirección de Comunicación de la UPF-IDEC. El experto considera que la explicación a un ataque de pánico así de inesperado puede ser la aparición de “un factor externo que hace que el cuerpo de la persona se sienta agredido”. El argumento liga con el “exceso de ganas de estar bien delante de mi gente” que esgrimió el artista a su vuelta al escenario. Un nivel de responsabilidad que, en aquél momento, superó al cantante.

Reacción física a un ataque de pánico
Empecemos por lo fundamental. ¿Qué es un ataque de pánico y cómo se manifiesta? “Ante situaciones complejas, el cuerpo emite adrenalina. Normalmente, en las dosis que necesitamos, pero puede excederse por lo que es necesario cortar la situación para no colapsar. Esta situación suele traducirse en temblor de manos, sudores, tartamudeo o, en el peor de los casos, bloqueo y abandono”, explica Cànovas.

Los ataques de pánico se dan en situaciones de estrés, pero sus motivos pueden ser muy diversos. Desde cambios en las condiciones habituales de un escenario dominado, hasta cuestiones personales atemporales que pueden salir a relucir en un momento de tensión o la aparición de elementos inesperados en el momento clave. “Algo tan simple para un artista como no encontrar el tono adecuado, no llegar a una nota o quedarse un segundo en blanco puede desencadenar el colapso”.

Preparación psicológica posterior
Tras el concierto del sábado, y con un segundo concierto en el mismo escenario programado para esta misma noche, la pregunta más formulada es si Sabina será capaz de superar el pánico. Promotora y mánager ya han asegurado a los medios de comunicación que el concierto se celebrará, pero Cànovas advierte que “el cerebro tiende a resolver las situaciones de estrés tal y como lo hizo la última vez, por lo que hace falta un gran trabajo psicológico para afrontar la segunda ocasión”.

Entre los ejercicios más repetidos por cantantes, actores y deportistas de primer nivel, la visualización de la situación o su negación. “Se han dado casos de actores que, tras mucho trabajo psicológico, han llegado a negar la presencia de los temidos críticos literarios, a pesar de tenerlos muy a la vista en el teatro”, explica el profesor. Junto a estas técnicas psicológicas, Cànovas considera fundamental la preparación física previa al concierto. “Hay que lograr llegar con el descanso adecuado, alimentarse correctamente y controlar la respiración para afrontar una situación de la que su cerebro, en un primer momento, le pedirá huir”.

Sin duda, Sabina se enfrenta esta noche a un gran reto, pero los años de experiencia acumulados deben ser un factor a su favor para superarlo. “Un artista extraordinario como él tiene más recursos para superar situaciones así, poniendo sus conocimientos técnicos allí donde no llegue la psicología”, asegura Cànovas.