Rockvolución empresarial: Rock y management, una mezcla interesante

Vivimos en unos tiempos interesantes para mezclar cosas aparentemente distantes. El mestizaje ha sido siempre un buen ejercicio de creatividad y fuente de innovación, y es ya el momento de poner sobre una misma mesa rock and roll y management. Soy consciente del contraste de todos estos términos. Disponer en un mismo párrafo palabras tan dispares como estas es, a todas luces, una apuesta arriesgada, pero como músico, como académico y como hombre de empresa confío y cuento con el poder de la creatividad por encima de todas las sombras de la mente humana, y sé que lo expuesto en esta sección va cobrando sentido capítulo a capítulo y ejemplo a ejemplo.

Hagamos un sencillo experimento. Interróguese a sí mismo y piense qué es lo primero que le viene a la mente cuando lee (y por lo tanto «piensa en») la palabra ‘rock’. Y ahora, qué es lo primero que le viene a la mente cuando piensa en la palabra ‘management’. Se diría que ambos conceptos no comparten nada, son totalmente ajenos el uno al otro.

En una entrevista para un programa radiofónico sobre economía, un periodista me preguntó cómo era posible que estuvieran relacionados dos conceptos tan antagónicos. Lo que me llamó más la atención fue precisamente que usara esa palabra: antagónicos. ¿Considera usted también que la música y el management empresarial son opuestos? Seguramente sospecha que tal vez no lo sean tanto -al menos, está leyendo este artículo-. Pero también es probable que no imagine la relación; que a primera vista piense, como la mayoría de la gente, que son dos mundos que no tienen nada que ver y, en el peor de los casos, que representan aspectos antagónicos.

¿En qué se parecen el iPhone y el álbum más vendido de la historia, ‘Thriller’, de Michael Jackson? ¿Qué tienen en común U2 y Bill Gates? ¿Se puede decir que Apple Corp. y Pink Floyd comparten algo?

Llevamos semanas demostrando que existe relación entre mundos, en principio, tan lejanos.