Los músicos son un ejemplo de preocupación en cuanto a la experiencia que van a tener sus «clientes» cuando acudan a «comprar el servicio» que ellos ofrecen. Sin ir más lejos, vuelvo a hablar en esta sección de los U2. Empezaron tocando en pubs de Dublín, pero ahora tocan en estadios, y eso conlleva posibilidades inimaginables para quien sabe pensar a lo grande. Y sin duda Bono y sus compañeros saben hacerlo. Su gira ‘360º‘ de 2009 fue otro salto adelante tecnológico, con un escenario de 50 metros de altura -mayor que el más grande hasta entonces, el de la gira ‘A bigger band’ de los Stones-. Incluía una pantalla cilíndrica gigantesca y amplificación en todas las direcciones. Estuvieras donde estuvieras entre el público había un amplificados que miraba hacia ti. U2 no escatiman en medios tecnológicos para optimizar la experiencia de sus fans.
Podríamos traer de nuevo a colación a Roger Water y su gira ‘The Wall 2011’, pues la experiencia tenía una sobrecogedora carga emotiva antibelicista. Lloré viendo algunas de las imágenes que se proyectaban en dimensiones mastodónticas. Durante todo el concierto se estuvieron transmitiendo mensajes cargados de reflexión, denuncia y verdad. Fue un espectáculo de máximos, y mi experiencia como usuario fue maravillosa e indescriptible. Pero muchas otras bandas han recorrido, y lo siguen haciendo, ese mismo camino. Desde los Kiss con sus extravagantes escenarios llenos de enormes estatuas egipcias y alfombras, hasta los Iron Maiden y sus escenografías mutantes alrededor de su mascota Eddie (un ser monstruoso más temible que el mismo demonio).
Otros buenos ejemplos pueden ser la banda alemana Rammstein, también famosa por sus escenografías, en las que suelen utilizar el fuego para generar una experiencia de alto impacto. En sus conciertos es normal ver micrófonos ardiendo en llamas con sus soportes…!! mientras cantan con ellos!!. O al líder de la banda equipado con dos lanzallamas disparando lenguas de fuego hacia el cielo. Si va a verles le recomiendo que no se ponga en primera fila, a no ser que quiera un cambio de aspecto. En un concierto les vi sacar una olla gigante. En un momento dado el cantante arrastraba al teclista dentro para cocinarlo, todo esto al hilo de uno de sus temas. Créame, un concierto de Rammstein es toda una experiencia.