‘El Lebrijano’. Así era conocido el cantaor sevillano Juan Peña Fernández que ha fallecido hoy a los 75 años de edad. Nacido en Lebrija (Sevilla) en 1941, pertenecía a una familia gitana y cantaora de abolengo, la de Perrate de Utrera.
Desde muy joven, el Lebrijano compaginó el cante con la guitarra, pero fue su triunfo como cantaor en el concurso de Mairena del Alcor (1964) lo que acabó marcando su camino. Apostó por la innovación, incorporando el mundo sinfónico en el flamenco, siempre con respeto por el cante ortodoxo, que dominaba y practicaba.
La capilla ardiente, abierta al público, quedará instalada en el Teatro Municipal Juan Bernabé de Lebrija, su ciudad natal, y se prevén tres días de luto acordados en un pleno extraordinario. Desde el Ayuntamiento se ha mostrado su pesar por la muerte del que fue uno de sus hijos predilectos. La bandera de la ciudad ondeará a media asta con crespón negro.
Así, la alcaldesa se ha referido a él como “uno de los creadores flamencos más universales de este arte”. «Se siente profundamente su pérdida, una pérdida irreparable”, ha continuado. “Juan empezó con la guitarra, cantó para el baile, se atrevió con el cante y revolucionó más tarde su ‘jondura’ atravesando las críticas más ortodoxas, hasta llegar a ser el cantaor más dotado de su generación. Y ya lo decía Gabriel García Márquez, ‘cuando El Lebrijano canta se moja el agua’”.
