Confucio y Walt Disney mienten. Frases como “elige un trabajo que te guste y no volverás a trabajar el resto de tu vida” o “si puedes soñarlo, puedes hacerlo”, respectivamente, solo alimentan el enorme engranaje del engaño motivacional personificado en Mr Wonderful. Incluso Bukowski y su “encuentra lo que amas y deja que te mate” ha sido utilizado por la industria del ‘si quieres, puedes’ para vender tazas y libretas de forma masiva. Se insiste en que para tener éxito y conseguir la felicidad hay que perseguir un sueño, como puede ser entrar en Operación Triunfo. Y luego, ¿qué?
Aitana Ocaña se ha encontrado estos días con el ‘y luego qué’ y no le ha gustado demasiado lo que ha visto. Incluso le ha confesado a Javier Calvo y Javier Ambrossi (Los Javis) un sentimiento aparentemente contradictorio: «Echo de menos la música». Estar sola en su habitación, dejarse llevar, que le salga mal, olvidarse de lo que ahora es su trabajo. Eso es para ella la música.
Es una confesión parecida a la que han hecho influencers y youtubers. Nadie les toma en serio. ¿Qué derecho tiene a quejarse alguien que está ganando mucho dinero con su hobby? La influencer Silvia Garcia (IG @bartabacmode) aseguró en S Moda (El País) que se trataba de algo «más sacrificado que de lo que parece. No recuerdo la última vez que tuve vacaciones, pero fue hace mucho tiempo. Llevo nueve años sin descansar un día. Este trabajo requiere estar conectado los siete días de la semana”.
Se tiende a pensar que la vida de los famosos (cantantes, modelos, actores/actrices, blogueros, empresarios, etc.) es mucho más idílica de lo que es. Y, por ende, a juzgar con facilidad. Josef Ajram da respuesta a los haters del éxito ajeno: “No envidies mis logros sin conocer mis sacrificios”. El autor se refiere a la constancia y al empeño en conseguir objetivos. Que sea un hobby o no, es lo de menos. Un buen ejemplo es el youtuber Vegetta777 que, a base de subir mínimo un vídeo de media hora al día durante años hasta llegar a la friolera cantidad de 4.000 vídeos, está cerca de las cifras en cuanto a suscriptores que maneja El Rubius, el youtuber con más comunidad del mercado hispano. Y en la industria de la música hace falta mucho más.
En la cuarta gala de OT, Aitana interpretó junto con Amaia la canción ‘Con las ganas’, de Zahara. Y la artista de Jaén explica a APMusicales.com que “lo que le está pasando a Aitana es que está trabajando, y esa es la diferencia entre cantar por hobby y dedicarse a ello profesionalmente, ahí es donde se corre el riesgo de que te queme aquello que amas”.
Por si fuera poco, sumado al estrés de enfrentarse a los primeros trabajos – y además con un alto grado de exigencia –, está la presión añadida de estar siempre observado. Zahara cree que Aitana “tiene la necesidad de ser una misma, ya que no deja de estar cohibida y todo el rato haciendo lo que se espera de ella”. Lo ve en su propia experiencia: “Una de las cosas que más me gustan cuando me pongo a tocar es hacerlo sin pensar absolutamente en nada, y desafinar, gritar… Y eso es lo maravilloso, poder hacerlo sin nadie que te juzgue; de hecho, escucho la puerta y me corto. No me puedo ni imaginar lo que tiene que ser no tener esa libertad nunca, durante días seguidos, y con la presión profesional a la que están sometidos”.
Aitana tiene 18 años recién cumplidos. «Yo no me enfrenté a esa presión laboral hasta hace poco», añade Zahara. «Es muy bonito y muy interesante todo lo que están haciendo en la Academia y todo lo que aprenden; pero no dejan de ser niños trabajando. Y claro, eso agota”. De hecho, con el lanzamiento de su último disco, Bestiario 1, Zahara también se enfrentó a un alto volumen de trabajo y estrés, pero matiza que fue en una edad en la que su «cerebro ya estaba preparado para ello y, sobre todo, después de una evolución».
En OT, en cambio, los concursantes han pasado de cero a cien. La música ha pasado de ser su desahogo a lo que no les permite desahogarse. También lo veían así los profesores de interpretación. Javi Ambrossi dijo a Aitana que su tristeza se debía a que algo que le encantaba se había convertido en una responsabilidad. El otro Javi le apoyó: “Una cosa que era tu vía de escape, de repente [cuando deja de serlo] te das cuenta de que necesitas otra vía de escape de esa vía de escape”.
Llegados a ese punto hay que parar. Así lo defiende Zahara: «Parar es ni escuchar música para que pueda volver a enamorarme de ella”. Comparte su visión Pablo Alborán, que en una reciente entrevista en APMusicales defendió la práctica de hacer un parón: “Este trabajo exige mucho tiempo personal y es una decisión que hay que tomar, pero hay que ponerse un límite. Yo ya sé cuál es el mío y ahora puedo controlarlo”. Unos han parado y otros quizá se plantean hacerlo, como Vanessa Martín. “Siento que mi carrera está llegando a un cierre de ciclo”, ha dicho en ABC.
En un punto de la conversación, Ambrossi dice a Aitana que es libre de dejar la Academia pero, ¿quién va a abandonar llegado a ese punto? Por ahora Aitana no tiene esa opción. No se puede permitir parar. «Es un proceso de llenado y vacío. Y si estás llenando continuamente, no vacías para que quepan más cosas”, reflexiona Zahara.
Además, ¿acaso la industria dejó que parara Amy Winehouse? Según el documental Amy ni siquiera su padre le permitió hacerlo. ¿Pueden retirarse artistas como Justin Bieber? ¿Pueden librarse fácilmente de sus contratos? Precisamente hoy Aitana y Raoul interpretarán ‘Let me love you’, de Bieber. Un caso de abandono bien llevado es el de José María Cano, que disolvió Mecano y ahora es un pintor con reconocimiento internacional, pero es obvio que nunca se aproximó a las cuotas de éxito de los dos artistas anteriormente mencionados.
La conclusión que se puede extraer es que ni tanto ni tan poco. La solución no es ni trabajar, trabajar, trabajar; ni frenar en seco y abandonarlo todo. La clave es descansar para poder trabajar mejor. Los artistas no son robots. De la misma manera piensa Rosa, la ganadora de la primera edición de Operación Triunfo: “Los artistas no somos máquinas ni perfectos, también somos personas”, según su publicación en su nuevo blog Código Rosa, donde también añade que “los días de trabajo de un artista son duros, igual o más que cualquier otro trabajo”. También para los concursantes de OT la clave está en el descanso o acabarán cantando todos el nuevo single de Nancys Rubias, ‘Alfabeto Nancy’, por su estribillo: “Zombies, zombies, somos unos zombies”. Y tendrán razón.