El sector de la música, bajo el llamamiento de Alerta Roja, ha reaccionado de forma masiva celebrando movilizaciones en todo el país con el objetivo de dar visibilidad a la alarmante situación que sufre la industria cultural.
Trabajadores de la música y la cultura se han manifestado este jueves, 17 de septiembre, en 28 ciudades españolas. Los asistentes habían recibido previamente tickets individuales para llevar a cabo movilizaciones controladas y limitadas. Según recogen los medios de comunicación, la protesta ha reunido a un total de 16.000 personas.
Durante las múltiples concentraciones, se ha pedido a las Administraciones Públicas que tomen medidas urgentes para garantizar la supervivencia del sector. Las protestas también tenían como objetivo pedir la creación de una gran mesa de trabajo en la que construir «unas bases firmes, sólidas y duraderas para el sector, que necesita de una reglamentación homogeneizada, específica y adaptada a las especiales circunstancias y particularidades en las que se desarrolla, permitiendo a todos los implicados disponer de seguridad jurídica, teniendo en cuenta todas las disciplinas».
Poco antes del inicio de las concentraciones, el ministro de Cultura, Rodríguez Uribes, anunciaba en redes sociales que pide a las Comunidades Autónomas que se planteen reconocer las salas de conciertos como lugares de cultura y no de ocio nocturno.
