APM pide a las administraciones sensibilidad con los festivales

La Asociación de Promotores Musicales (APM) pide a las administraciones una mayor sensibilidad con los festivales de música por el capital social, cultural y económico que aportan a las ciudades y comunidades autónomas en las que se celebran. 

La situación que han vivido algunos festivales este año pone sobre la mesa una situación de incertidumbre que se vive repetidamente en España, por falta de visión política y problemas administrativos.

APM quiere así mostrar su solidaridad con lo vivido por algunos de sus asociados este último año, a la vez que reclama a las instituciones una mayor colaboración. De hecho, APM insta a las instituciones a mejorar esta relación, creando nuevos marcos legales que ayuden a trabajar en plazos más largos y eliminen la inseguridad jurídica en la que viven los promotores.

Contigencias políticas

El problema que identifica APM es la falta de regulación del sector de la música en vivo, que ha tenido que adaptarse a regulaciones de otros sectores con los que nada tenía que ver, como la construcción, el deporte y la restauración. 

Todo esto a pesar de la evidencia de que se trata ya de una industria con un gran potencial industrial y que supone un crecimiento económico y de aportación de capital cultural y social para el conjunto del Estado.

“Son demasiadas las cuestiones en las que nos encontramos en una situación de inseguridad jurídica. Y esto ocurre incluso para festivales más que consolidados que han ayudado a algunas ciudades a situarse en el mundo”, afirma Albert Salmerón, presidente de APM. 

Esto no solo afecta a la gestión de licencias y permisos, sino también a cuestiones como la prevención de riesgos laborales y la cesión y uso de espacios, entre otras cuestiones. Pero es que además los cambios políticos pueden llegar a poner en riesgo la celebración de los propios eventos solo por el color del partido que gobierna, como ha pasado recientemente en España.

APM defiende así que hay que establecer unos procedimientos más claros y fáciles, que permitan una colaboración a largo plazo. Esta es la única manera de garantizar la celebración sostenible en el tiempo de eventos organizados por promotores con experiencia y que implican a mucha gente, desde público hasta trabajadores.