Del 3 al 7 de abril, la capital de Estonia, Tallin, acogió a 175 artistas provenientes de 35 países y 1.200 representantes de la industria musical en su 16ª edición de Tallin Music Week.
TMW 2024 exhibió una amplia gama de géneros musicales, desde el post-punk hasta el pop experimental, presentando tanto nombres consagrados como talentos emergentes. Entre los momentos más destacados se encontraron las actuaciones de la sensación post-punk holandesa Tramhaus, la electrizante estrella del pop francés SUN y los experimentales finlandeses de Musta Huone, quienes cautivaron al público con sus innovadores sonidos.
El festival no solo fue un homenaje a la diversidad musical, sino que también fungió como plataforma para debates sobre el futuro de la industria musical. Durante la conferencia asociada a la industria musical, más de 1200 delegados, incluyendo formuladores de políticas, empresarios y artistas, se sumergieron en conversaciones reflexivas que abordaron temas que van desde la equidad de género en la música hasta el impacto de la tecnología en el panorama de la industria.
‘Sustanaible Music Festivals (and music tourism)
En su edición anterior, una de las mesas transmitidas en línea se centró en la sostenibilidad de los festivales de música y su impacto en el turismo musical. Moderada por Kirsika Meresmaa, Responsable de Sostenibilidad del Festival de Música Folk de Viljandi, la mesa acogió a profesionales como: Kadi Aguraijuja, responsable de sostenibilidad en I Land Sound, Linnéa E. Vågen Svensson, consultora de sostenibilidad y cofundadora de Green Operations Europe, Katariina Uusitupa, directora de producción de Flow Festival y Girts Majors, Positivus Festival.
La sostenibilidad es un tema multifacético. Cada vez se habla más sobre cuestiones medioambientales como el cambio climático y la gestión de residuos. Como organizadores de eventos, no se puede ignorar el significativo y no siempre positivo impacto en el medio ambiente: se consumen una gran cantidad de recursos para construir las infraestructuras y escenarios; se necesita una cantidad considerable de agua para mantener hidratadas a las personas, especialmente en eventos veraniegos; y tanto artistas como público llegan desde diferentes partes del mundo en avión y automóvil.
La creación de miniciudades en lugares pintorescos tiene un impacto ambiental significativo: las tiendas de campaña, los baños y el transporte son elementos cruciales, y el uso de plástico de un solo uso es problemático. Generamos ruido y residuos. Durante la mesa se exploraron las formas en las que los festivales de música pueden reducir su huella ecológica.
Se plantearon preguntas como estas: ¿Cuáles son los desafíos y las prácticas en diferentes países? ¿Qué lecciones podemos aprender unos de otros? ¿Cómo podemos seguir disfrutando de la fiesta mientras nos comprometemos con artistas y público en un esfuerzo por mejorar nuestro mundo?
