Los locales de Barcelona para música en vivo de pequeño aforo quedarán protegidos bajo la nueva categoría Espai de Cultura Viva, y les permitirá, entre otras cosas, disponer de un aforo variable. Tal y como informa El Periódico, el ayuntamiento ultima la creación de una nueva categoría llamada Espais de Cultura Viva que blindará legalmente a decenas de espacios que constituyen el tejido de base de la música en vivo, pero que llevan décadas en una intemperie legal. Después de tres años de trabajo, la normativa está lista para entrar en el plenario de marzo. Si no se oponen los grupos políticos se aprobará en unos dos meses.
La categoría de Espais de Cultura Viva es un reconocimiento largamente ansiado por bares musicales, asociaciones culturales, galerías de arte y demás espacios que sin ser salas de conciertos sí programaban actuaciones. Se trata de una estructura legal, una categoría inexistente en otras ciudades del país, que permitirá a estos locales, por ejemplo, disponer de un aforo variable. Esta modificación facilitará que locales con una licencia de bar cafetería y con aforo minúsculo ajustado a esa actividad, como sucede con el Heliogàbal, puedan multiplicar su aforo a la hora de los conciertos sin miedo a ser multados.
Otra modificación clave que se introducirá en la ordenanza municipal es la creación de una categoría de música semiacústica. Hasta ahora, los locales de pequeño formato solo podían programar música acústica. Si querían ofrecer actuaciones electrificadas, debían sumir unas obras de insonorización que para muchos eran inviables incluso recibiendo subvención municipal. Esta categoría permitirá tocar con instrumentos enchufados y a un máximo de 95 decibelios, garantizando un aislamiento en el exterior que no supere los 45 decibelios. Esto da vía libre a muchas más opciones que el concierto de guitarra acústica y voz. Los locales que se acojan a la categoría de Espais de Música Viva y estén en zonas de especial saturación deberán terminar los conciertos a las 23.00 horas.
Daniel Granados, asesor del Institut de Cultura de Barcelona y principal impulsor de este proyecto, define en El Periódico el “reconocimiento de espacios de relevancia cultural” como una herramienta clave para “fortalecer un circuito de abajo a arriba. Se habla mucho de creación de públicos desde una perspectiva muy de industria, pero no se riega donde hay que regar: en las fuentes creativas. Para eso hay que fortalecer el tejido y cambiar el marco normativo para protegerlo y garantizarlo”.
Añade Mondo Sonoro que espacios de Barcelona como el Koitton Club de Sants, el Diobar del Born, la Bodega Saltó de Poble Sec, el Espai Niu de Poble Nou o locales del Raval como Big Bang, Cronopios, 23 Robadors y Freedonia, hasta ahora machacados por la normativa, podrán recuperar su papel vertebrador y fundamental en la escena underground barcelonesa. ASACC, junto con otras organizaciones de la industria y varias salas, celebran la iniciativa e instan a todos los grupos municipales a votar a favor de esta nueva medida.