BIME turismo musical
turismo musical

El BIME Pro arranca hablando de turismo musical

El turismo musical es un fenómeno novedoso y creciente que hay que abordar. Para ello, hay que juntar a todos los actores del sector. Con estas ideas se ha inaugurado este miércoles el BIME Pro Fests con la mesa redonda ‘Turismo musical. On the road again’.

En el primer debate del congreso han participado Harkaitz Millán, director general de Basquetour; Juan Daniel Nuñez, director de Smart Travel News; y Katja Hermes, directora del proyecto Music Cities de Sound Diplomacy.

Iñaki Gaztelumendi, presidente y fundador de Live Music Spain, ha sido el moderador de la charla. Su entidad es, en esta ocasión, coorganizadora del congreso, que cuenta con la colaboración de la Asociación de Promotores Musicales (APM).

Gaztelumendi ha introducido la charla recordando que la industria del turismo ha empezado a aprovechar las oportunidades que le ofrecía que los músicos vivan mayoritariamente del directo, y no tanto de las ventas de discos.

Turismo musical en el País Vasco

Millán ha recogido el guante y ha explicado que, en el caso del País Vasco, por ejemplo, desde un punto de vista de oferta festivales están consolidados, pero justo ahora están empezando a tener en cuenta todo eso para dibujar una estrategia turística.

“Hemos pasado de vender Euskadi como algo general, destacando su gastronomía y ubicación, a diseñar productos más elaborados. Y en ese proceso hemos visto que había un apoyo institucional muy puntual a los festivales, pero no un relato coherente entorno a qué ofrecemos, cuándo lo ofrecemos y cómo se puede complementar con una oferta turística global”, ha relatado.

Así es, de hecho, cómo han llegado a la conclusión de que, por ejemplo, podría ser positivo desplazar a los festivales fuera de las ciudades para facilitar a las administraciones la gestión de grandes masas de personas, así como salir del calendario estival, cuando el turismo llega igualmente por otro tipo de oferta.

“Queremos convertir Euskadi en un destino turísticamente musical de manera clara. La oferta ya la tenemos, pero tenemos que trabajar para consolidarlo como tal”, ha insistido Millán. En este sentido, ha detallado que los festivales son una gran oportunidad, porque cumplen con el objetivo de alargar la estancia de los visitantes, subiendo así su gasto medio en la localidad. “Tenemos que ofrecer un plus, y los festivales nos dan esa posibilidad”.

La necesidad de nuevos productos

Por eso Nuñez ha asegurado que, a pesar de que por primera vez en varios años España ha registrado malos resultados turísticos, hay que demostrar ahora que los se han hecho los deberes, con nuevos productos que vayan más allá del sol y playa.

“Tenemos algunos festivales muy consolidados, pero es necesario que sean marcas consolidadas. La gente va a Glastonbry y si no llueve se enfadan, porque van allí a tirarse en el barro. Y ahí hay un trabajo muy importante que hacer”, ha continuado Nuñez.

Para Hermes, una vía para que las ciudades consigan esa construcción de marca a nivel de estrategia turística es “diversificar la oferta”, y no pensar solo en los festivales.

Ha propuesto potenciar relatos como aquellos que ofrecen los músicos famosos que han crecido en un lugar determinado, o los recintos legendarios en los que hay una historia que contar.

“Hay un sitio muy pequeño en el que grabaron los Rolling Stones que, después de salir en un documental, empezó a atraer a visitantes. Desde entonces pasan por allí 200 personas a diario, y es realmente pequeño. Hay muchos sitios interesantes como ese que podrían encontrar su propia historia”, ha apuntado Hermes.

“En el Hard Rock Hotel está la habitación Bob Marley, porque el músico pasó una vez por allí. Igual estuvo solo unas horas, pero ya es suficiente como para que tenga su nombre, y hay gente que paga por estar allí”, ha apostillado Nuñez.

Las dificultades de la industria

Con todo, el responsable del medio digital ha afirmado que hay un conflicto de intereses entre promotores, agencias y demás a la hora de paquetizar esos productos, por lo que es deseable que sean los destinos quienes tomen la iniciativa de juntar a todos los actores e impulsar una colaboración público-privada.

Eso es justo lo que hace el proyecto Music Cities, unir en una mesa al responsable de turismo, de transporte, los recintos, promotores, los medios y la hostelería, para crear un relato coherente y actuar de manera conjunta.

Pero Millán ha añadido otro factor: “Si el evento se ve como un vendaval que viene y se va, seguramente el éxito estará mucho más condicionado que si vemos que se va a crear valor en la comunidad local».