¿De qué sirve ganar el Bala Perduda?

Sharman Den y Böira han sido algunos de los grupos ganadores del Bala Perduda, el certamen organizado por la sala Apolo que regresa ahora en su quinta edición con el objetivo de dinamizar la escena musical y dar una oportunidad a grupos noveles.

“No nos habíamos presentado nunca a ningún otro concurso, pero teniendo en cuenta que lo organizaba la sala Apolo, nos animamos”, dice Clara Aguilar, teclista del grupo de post-rock Böira, que nació en 2012 con la idea de hacer música instrumental.

Obtuvieron un apoyo que no esperaban. “Ganar supuso un gran impulso a nuestra trayectoria”, añade Aguilar. “Somos un grupo pequeño, autogestionado al 100%, así que, o ponemos pasión y esfuerzo entre los cinco, o las cosas no salen. El Bala Perduda nos dio fuerza para seguir”.

Edu Verdú, guitarrista y cantante en Sharman Den, sostiene que gracias al concurso y al Primavera Pro han sido entrevistados en medios especializados como Enderrock, y hay profesionales de la industria que les conocen e incluso algunos están esperando el nuevo disco que grabará la banda en los estudios ACLAM de Barcelona.

“Como ahora estoy concentrado en componerlo no estamos muy activos en directo, y hasta octubre no tenemos bolos programados”, continúa Verdú, que reconoce que sí percibe un “cierto movimiento de inercia” en las redes sociales.

Foto: Cesc Mayor
Foto: Cesc Mayor

Para Aguilar se hace difícil saber si el cambio que han notado desde su participación en el Bala Perduda es por su paso por el Primavera Sound o por las “muchas otras cosas” que han hecho. En 2015 Böira publicó su disco Si de la runa naixés y durante un año lo estuvieron presentando, tanto por Catalunya, con conciertos como el del Let’s Festival, como por el resto del Estado, con actuaciones en Bilbao, Madrid y Zaragoza.

Además, participaron en la película The Girl of the Song y grabaron la banda sonora de un documental sobre el Nepal. Pero el mayor cambio lo han notado en el feedback que reciben, tanto de la gente que va a los conciertos como por mensajes en las redes sociales. “Hay siempre un punto de sorpresa buena cuando alguien viene emocionado a hablarnos”, dice Aguilar, que asegura que su filosofía consiste en “picar piedra”.

“Las redes sociales son clave, porque la música que haces es muy importante, lo más importante, pero por cómo está montado todo, si no sabes comunicarte bien tu propuesta puede quedar pequeña y escondida”, afirma Aguilar.

Verdú es más escéptico. “Se supone que con internet tenemos más medios que nunca, pero es muy importante que haya un cierto rol editorial por parte de las salas y de los medios de comunicación. Se genera tanta información cada día, que todo acaba diluyéndose en una especie de sopa informe. Por eso se agradecen iniciativas como el Bala Perduda, que ponen el foco sobre grupos que lo merecen”.

Foto principal: Carlota Figueras