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De sala en sala: Custom, el medio formato en Sevilla

Sección en colaboración con la Asociación Estatal de Salas de Música en Directo (ACCES)

Aforo: 800 personas
Dirección: Calle Metalurgia 25, Sevilla
Contacto: 957 497 501

Hueco en el mercado: La Sala Custom de Sevilla es el referente de los espacios de medio formato en la ciudad. Con un aforo de unas 800 personas es el lugar idóneo para el paso de aquellos artistas a los que la intimidad de las salas pequeñas se les ha quedado pequeña y que no han dado el paso a arenas para 3.000-5.000 personas, y así lo están entiendo las bandas. “Aglutinamos el 90% de la oferta para aforos medios de Sevilla. Cuando un grupo piensa en hacer pasar su gira por Andalucía siempre en la capital, porque es donde va a encontrar más público, y muchos encuentran en la Sala Custom un lugar que se adapta a sus necesidades”, declara el director de Riff –que gestiona el espacio desde hace 3 años- y presidente de ACCES, Carlos Espinosa.

Pero la Sala Custom no solo acoge a artistas en crecimiento. Desde la entrada de Riff han pasado por su escenario estrellas como Andrés Calamaro, La Oreja de Van Gogh, Melendi, Chambao o Supersubmarina, ofreciendo así al público la oportunidad de ver a su banda en un formato más íntimo. “A los grupos les interesa doblar y hacer una fecha en un pabellón y otra en la Custom, tanto a nivel económico como por la posibilidad de volver a tocar en una verdadera sala rockera, y el público está dispuesto a pagar unos euros de más para estar más cerca de los artistas”, añade Espinosa.

Un punto fuerte: Espinosa no lo duda: “se trata de una sala hecha por y para promotores”. ¿Y en qué se traduce esto? En aplicaciones técnicas y herramientas que todo promotor espera encontrarse allí donde programa conciertos y que aseguran una buena acústica. El director de la sala también valora la red contactos derivados de la gestión por parte de una promotora. “En Riff somos programadores que estamos en contacto constante con compañeros tanto nacionales como internacionales y el diálogo con ellos es muy fluido. Esto nos ha ayudado a posicionar rápidamente el espacio.

Un punto débil: El director de Riff apunta a un mal genérico de las salas: la concienciación. De los artistas para asumir el coste del alquiler de la sala y asegurarse un concierto de gran nivel técnico y sonoro, y del público, aún habituado a la competencia abusiva que años atrás se hizo desde la administración y que facilitaba el acceso gratis a la cultura.