Rototom para adolescentes
Rototom para adolescentes

Los festivales afrontan el reto del público adolescente

El Rototom Sunsplash de Benicàssim ha anunciado que reforzará este año su perfil familiar. Lo hará estrenando, en su décima edición en España, Teen Yard, un espacio con protagonismo para adolescentes.

La agenda diaria estará distribuida en dos bloques. El primero será entre las 16.30 y 18.00 horas y el segundo entre las 18.00 y 19.30. Contará con talleres y actividades que tendrán como guía el lema de 2019, Stand up for Earth.

En la Teen Yard se podrá customizar ropa con telas del mundo, habrá pintura mural colaborativa, baile crew, workshop de creación audiovisual con dispositivos móviles y talleres de dj o de composición musical, además de actividades ligadas a las redes sociales y la radio.

Los adolescentes

No son pocos los festivales que se han marcado el objetivo joven. Sin ir más lejos, el famoso Arenal Sound se plantea en infinitas ocasiones como el primer festival para muchos adolescentes. Ahora bien, aunque estén dentro de la misma etiqueta, no es lo mismo tener 13 años que 18.

En 2017 el Festival Cruïlla organizó una fiesta Holi junto al portal adolescents.cat. Tocaban los artistas internacionales Morat y Jain y los actores de la serie Merlí hacían de maestros de ceremonias.

Coca-Cola creó en 2011 Coca-Cola Music Experience con la promotora Intromúsica. Llevan ocho ediciones y han congregado a 75.000 personas en su versión playera: Coca-Cola Music Experience on the beach.

Se trata, explica Tania de Torres, responsable de patrocinios de la marca, de ofrecer una primera experiencia con la música en vivo a los adolescentes. Para ello cuentan con la complicidad de medios de comunicación afines.

Específicos

En 2008 hubo un primer intento de llevar la experiencia del festival específicamente a los adolescentes. Se llamó Under Eighteen. El festival, que tuvo lugar el 10 de julio en Madrid, estaba dirigido a ese público que se mueve entre los 13 y 17 años.

Se planteaba como seis horas de diversión -de 17 a 23 h- en las que no tendrían cabida el alcohol ni el tabaco, pero sí conciertos a cargo de Simple Plan, Panic at the disco, Pignoise, Despistaos, No way out y Motel. La iniciativa no tuvo continuidad.

En 2013 nació otro intento, el FESTeen, festival de cultura joven de Madrid. Situaron el target entre los 12 y los 21 años. Incluía talleres relacionados con la música como We have a band. Desarrollo de un proyecto musical, en el que los jóvenes aprendían lo fundamental para crear un grupo de música. Duró cuatro ediciones, hasta 2016, y se acabó.

Pero sus creadores impulsaron Puwerty, que celebró su primera edición en La Casa Encendida. Puwerty nacía de la combinación de las palabras poder y pubertad en inglés (power y puberty). Alargaban el público objetivo hasta los 25 años, pero el mínimo seguían siendo los de 12.

Al frente estaban María del Río y Ángel Aranda, ambos nacidos en 1996, justo abandonando esa adolescencia. Ambos se conocieron estudiando periodismo y formaron parte del comité asesor del FESTeen. Aranda, además, participó en la coordinación de otros festivales como Madrid Music City, SOS4.8 y Villamanuela. El futuro está ahí, pero siempre parece difícil de abrazar.