Yo quería estar donde estaba la acción. Tal vez por eso me gustó John Kalodner. Tenía el trabajo de mis sueños: firmar con grandes bandas y codearse con las élites de la industria musical (…) Como mujer joven, estaba lista para el sexo. Yo no necesitaba juego previo. Sin embargo, rápidamente aprendí que los hombres en el negocio de la música no tenían relaciones sexuales normales: tenían que tener drogas, juguetes, pornografía y muchas personas involucradas. – Dorothy Carvello (Anything for a hit).
Dorothy Carvello ha visto y escuchado de todo. Ha visto a artistas como Madonna, Bon Jovi o Led Zeppelin en sus mejores y en sus peores momentos. Pero sobre todo ha estado cerca de los ejecutivos de las grandes discográficas… the men.
«Yo vivía en un mundo al estilo ‘los hombres tienen que ser hombres’, donde el acoso sexual se daba por sentado. Sabía que estaba mal, pero ni siquiera consideré el combatirlo. ¿Cómo, con qué poder? Mi única opción en aquel momento era apretar los dientes y soportarlo.»
Fue la primera A&R de Atlantic Records y de las primera ejecutivas en RCA y Columbia. Empezó a trabajar en la industria en los ochenta, donde los excesos abundaban. Sobra decir que era un sector dominado por hombres. Lo que quizá no se sabe es cuan lejos llegaba eso de ‘sexo, drogas y rock and roll’.
«Muchas mañanas abría el correo de Ahmet y me encontraba fotos donde salía desnudo, realizando varios actos sexuales con varias mujeres, junto con una carta donde le amenazaban mediante chantaje. Era una manera difícil de comenzar mi día (el cuerpo de Ahmet parecía un huevo marchito), pero para Ahmet el chantaje era tan normal como el desayuno. Era parte de su vida cotidiana.»
El Ahmet del que habla es Ahmet Ertegun, fundador y presidente de Atlantic. Por aquel entonces superaba los 60 años. Lo ha definido en Anything for a hit (Chicago Review Press, 2018) como «un alcohólico, un drogadicto y un maniaco sexual». Carvello cuenta en su libro todas sus luces y todas sus sombras, sobre todo sus sombras.
«Las mujeres en la industria de la música todavía tienen miedo de hablar. Dudo que si alguna lo hiciera, fuese a recibir el tipo de respaldo de sus compañeros y compañeras que han recibido en el cine.»
Este último fragmento no pertenece al libro sino a la entrevista que le hicieron en Rolling Stone. También explica que Carvello consiguió hacer públicas estas vivencias gracias al movimiento #MeToo, porque antes ninguna editorial quería darle voz. El siguiente pertenece a una entrevista en Billboard:
«Recuerdo vívidamente en diferentes momentos de mi carrera suplicando al presidente de una compañía una segunda oportunidad y no me la permitieron. Me despidieron y tuve que empezar de nuevo. Esa fue la historia de mi carrera. Sin embargo, los hombres siempre tenían una segunda oportunidad.»
Lenguaje crudo y a veces desenfadado. Narración directa, sin rodeos. Conversaciones, anécdotas, cifras. Anything for a hit es la historia de un grupo de profesionales – con muchas comillas – que despertaban todos los días con su propio vómito en su carísima camisa por culpa de la farra de la noche anterior. Es también una historia machista, donde los abusos sexuales ni se planteaban como tal. Pero no nos equivoquemos: Dorothy Carvello no es solo víctima. Envuelta en ese circo, ella también cometió errores. Es, en definitiva, la historia de una mujer que lo soportó todo porque quería llegar a ser alguien en la industria de la música.