La empresa responsable del Cirque du Soleil, una de las instituciones de espectáculos más internacionales de Canadá se declara en bancarrota. Esta semana han anunciado el despido de casi 4000 empleados, quiénes ya estaban previamente suspendidos desde marzo tras la interrupcción de la actividad a causa de la pandemia del coronavirus.
Plan de reestructuración
Los principales inversores de la compañía ha presentado un plan de reestructuración que deberá ser aprobado por el Tribunal Superior de Quebec. Según la compañía, los tres inversores del circo, la estadounidense TPG Capital (poseedor del 55% de la compañía), la china Fosun Capital Group (25% del total) y la institución financiera Caisse de dépôt et placement du Québec (20% del total), aportarán 100 millones de dólares mientras que el Gobierno de Quebec inyectará otros 200 millones.
El proyecto planteado incluye, como parte de la inyección de 300 millones de dólares, la creación de un fondo de 15 millones de dólares dirigido a proporcionar asistencia financiera a los empleados despedidos, así como el establecimiento de otro fondo de 5 millones de dólares para hacer frente a obligaciones pendientes con artistas independientes.
El presidente y consejero delegado del Cirque du Soleil, Daniel Lamarre, ha declarado que «durante los pasados 36 años, Cirque du Soleil ha sido una organización muy exitosa y rentable». Sin embargo, «sin ingresos desde el cierre forzado» de todos sus espectáculos debido a la Covid-19, la dirección «ha actuado de forma decisiva para proteger el futuro de la compañía«.
En este sentido, Lamarre expresó su confianza en que el plan presentado represente un camino para que Cirque emerja como una compañía más fuerte.