El pasado 9 de febrero, se retransmitió el medio tiempo de la Super Bowl, uno de los espectáculos musicales más vistos a nivel mundial. Esta vez, el protagonista fue Kendrick Lamar, quien, apenas una semana antes, había triunfado en los Grammy, consiguiendo cinco premios, incluyendo los codiciados galardones a Grabación del Año y Canción del Año por ‘Not Like Us’, el gigante del hip-hop. Lamar se convirtió en el primer rapero en solitario en encabezar este emblemático espectáculo.
La actuación comenzaba con el Caesars Superdome de Nueva Orleans completamente a oscuras, a excepción del tablero de tres en raya que ocupaba el campo como atrezzo. Entonces apareció Samuel L. Jackson personificando a Uncle Sam, para dar paso a Lamar que irrumpió sobre un Buick GNX, del que empezaron a salir bailarinas y bailarines vestidos de blanco, rojo y azul, los colores de la bandera estadounidense. Así arrancaron los primeros versos de ‘Bodies’, seguidos por ‘Squabble Up’, hasta que nuevamente apareció Samuel L. Jackson, interrumpiendo con un mensaje dirigido a Lamar: «No, no, no. Demasiado ruidoso, demasiado imprudente, demasiado gueto. Sr. Lamar, ¿realmente sabe cómo jugar el juego? Entonces, afínese”.
En ese momento, Lamar y el cuerpo de baile formaron la bandera estadounidense, que se abrió paso para dar inicio a la interpretación de ‘HUMBLE’ y ‘DNA’, ambos éxitos de su álbum DAMN. (2017). Posteriormente, el rapero ofreció una intensa versión de ‘Euphoria’, su polémico tema dirigido contra Drake, para luego situarse bajo una farola, simulando una esquina callejera, donde interpretó ‘Man in the Garden’.
El siguiente acto llevó la coreografía a un escenario en forma de ‘X’, donde Lamar interpretó ‘Peekaboo’. En ese momento, aparecieron las bailarinas para introducir «su canción favorita», ‘Not Like Us’, aunque en esta primera parte solo sonó su icónica instrumental de inicio. El espectáculo tomó un giro melódico con la participación de SZA, con quien interpretó ‘Luther’ y ‘All The Stars’, tema que culminó con un desfile de bailarines y bailarinas vestidos con los colores patrios.
Y finalmente llegó el clímax: ‘Not Like Us’, con una coreografía expansiva por todo el campo, en la que incluso apareció Serena Williams en uno de los planos más comentados de la noche. Para el cierre, Lamar presentó ‘TV Off’ junto a su productor Mustard, concluyendo con una imagen del cartel iluminado «Game Over».
Así, Lamar puso fin a un espectáculo de más de 13 minutos, en el que condensó 11 canciones, dejando una actuación inolvidable que reafirmó su posición en la cima del hip-hop.
