Después de dos largos años sin poder disfrutar de conciertos en vivo debido a la pandemia, La Riviera de Madrid el 12 de febrero de 2022 se preparaba para recibir con ansias a Delaporte, el dúo de pop electrónica que prometía una noche inolvidable. Aunque el uso de mascarillas seguía presente, la emoción y la energía en el ambiente eran palpables.
En una sala completamente oscura, un único foco de luz se centraba en una pantalla que proyectaba un primer plano de Sandra Delaporte en su videoclip «Las Montañas». En el backstage, el dúo Delaporte se preparaba para salir al escenario. Después de un cálido abrazo, finalmente salieron ante la multitud entusiasta que ya vitoreaba en la oscuridad. La intro del concierto continuaba, con sutiles luces azules que apenas iluminaban el escenario, permitiendo que los artistas fueran visibles, creando una atmósfera de misterio y expectativa.
Con un escenario ya más iluminado, ambos artistas aparecieron frente al público con los puños en alto, sincronizados con el latido del beat. Los primeros tres minutos del concierto fueron una explosión de electrónica pura. La cantante, con su presencia arrolladora, bromeó diciendo que esa noche quien no bailara, «le iba a reventar», en un tono irónico y desafiante que invitó a todos los asistentes a entregarse por completo al espectáculo.
Los siguientes tres minutos continuaron con la presencia dominante de la electrónica y poca letra, aunque se dejó entrever la versión de la cantante de «Toro» de El Columpio Asesino. La energía en el escenario y en el público no dejaba de aumentar, creando una atmósfera electrizante que auguraba una noche inolvidable.
La artista alternaba el micrófono con la mesa de mezclas, demostrando su versatilidad en el escenario. La multitud coreaba, saltaba y levantaba las manos al ritmo de la música, creando una atmósfera vibrante y llena de euforia. «Clap Clap» fue el siguiente himno coreado por todo el público. El juego de luces y la puesta en escena crearon una experiencia visual espectacular que se complementaba perfectamente con la música electrónica.
La noche avanzaba, y Delaporte no dejaba de sorprender. «Kryptonita» y «Desnudarnos» inundaron el lugar con su ritmo electrónico, y la artista se adueñó del escenario con una presencia arrolladora. La interacción entre ella y Sergio Salvi, su compañero en el dúo, era evidente, y juntos llevaban la energía de la música a otro nivel.
A lo largo del concierto, Delaporte sorprendió con un remix de «Sorry» y «Hung Up» de Madonna, rindiendo homenaje a la «reina del pop» y entrelazándolo con su propia canción «Narciso», para luego interpretarla en su totalidad.
El broche final fue con «Un Jardín», una canción coreada con pasión por el público. Delaporte se entregó por completo, bailando sin cesar y animando a todos a unirse a la fiesta. Las luces y el ritmo del bombo crearon una atmósfera de batucada que hizo vibrar a todos los presentes.
Para sorpresa de los asistentes, Delaporte interpretó una vez más «Toro» antes de finalizar el concierto. Con un último estribillo de «Un Jardín» resonando en el aire, la noche culminó con un emotivo fundido a negro. Esa noche el dúo electro pop demostró su talento y originalidad, dejando a todos los asistentes con la promesa de que la música en vivo volvía con más fuerza que nunca.