Post Malone (25), tras su debut hit “White Iverson” (2015), que por cierto tiene 809 millones de reproducciones en YouTube, ha ido soltando hits de música moderna autotuneada. Por lo que sea nunca me había acercado a su carrera. Sabía que es un headliner de festivales masivos y que conozco canciones suyas sin saber que son suyas.
Ha tenido que ser en pleno confinamiento, saturado por una enorme oferta de Livestreams, cuando he llegado a verle en directo. La magia está en lo excepcional del caso. Ver a este Rockstar de la generación Z enfrentándose a un repertorio de 15 canciones de Nirvana sin autotune me ha motivado bastante. Además a la batería se ha puesto Travis Barker (44) de Blink 182. Por cierto cuando Kurt Cobain, Rockstar de la generación X, murió en el ’94, Austin Richard Post (Malone) aún no había nacido.
Me he acordado del día que, siendo niño, estaba viendo Drangon Ball, y de repente Goku se cayó de su nube voladora en la Pengüin Village de Arale y el Dr Slum. Ojiplático me quedé al ver esa mezcla en la pantalla de la tele de la cocina mientras merendaba.
Este directo confinado ha sido el primero en el que he visto una banda tocar como en un bolo de verdad. Me imagino que habrán ensayado el repertorio, no? Todos bien microfonados, con sus in ears; diferentes tiros de cámara; seguro que por ahí había técnicos que hicieron posible este concierto. Show at home que ya ha recaudado 4,5 millones de dólares para la World Health Organization. Siento verdadera curiosidad e ilusión por ver cómo serán los conciertos híbridos que pronto empezarán a suceder. Espero poder formar parte de ello.