Manuel Carrasco durante su actuación en el concierto del 25 aniversario de Cadenal Dial

El IVA cultural, ante el 20D: ¿Qué proponen los partidos?

El próximo miércoles 2 de diciembre, a partir de las 11am, el Cine Palafox de Madrid se convertirá en la sede de la enésima reivindicación de un IVA cultural reducido, «en línea con los países europeos». La organización convocante es la Unión de Asociaciones de la Industria Cultural Española, de la que forma parte la Asociación de Promotores Musicales (APM), y contará como ponentes con el presidente de esta organización, Pascual Egea, así como con Jesus Cimarro (FAETEDA), Francisco López (ARTE), Ramón Colom (FAPAE) y Juan Ramón Gómez Fabra (FECE).

El acto pretende promover una reacción por parte de los partidos políticos ante la cercanía de las elecciones legislativas del 20 de diciembre. Poco a poco, cada una de estas formaciones va desvelando el contenido de sus programas, también en material cultural, donde el impuesto sobre el valor añadido juega un papel crucial.

En un reciente encuentro organizado por la Fundación SGAE, algunos representantes políticos ya mostraron sus cartas. Todos coincidieron en la necesidad de rebajar el 21 por ciento que se aplica, por ejemplo, a los espectáculos en vivo, pero no en los plazos ni en la dimensión de la reducción. ¿Qué propone exactamente cada partido?

  • El PP es el más esquivo en torno a esta cuestión (no en vano, fue el responsable de la subida del tramo reducido del 8 al 21 por ciento, al que tributan los productos de lujo). Para empezar, niegan que exista un «IVA cultural» porque algunas manifestaciones culturales como los libros siguen rindiendo un 4 por ciento, el tipo superreducido. Aunque en declaraciones públicas, manifiestan su deseo de bajar ese 21 por ciento «al cine, al teatro y a determinados espectáculos», es igualmente conocido el desacuerdo entre miembros destacados del partido sobre cómo y cuándo. En agosto, Andrea Levy, la vicesecretaria de Estudios y Programa del PP, anunció a EFE la buena nueva de cara a la próxima legislatura; Luis de Guindos, actual ministro de Economía, negó esa afirmación.
  • El PSOE, según ha declarado su secretario de Cultura y candidato al Congreso, Iban García Blanco, tiene la intención de reducir «el IVA cultural más alto de Europa» mediante una «hoja de ruta hacia el IVA superreducido, pasando primero por el 10 %, para luchar por impulsar una armonización a nivel europeo del mismo». «El cine es cultura y no espectáculo y, por tanto, el impuesto tiene que corresponderse con esa categoría, al igual que en el resto de Europa, donde se mueve en una media del 7%», ha defendido su secretario general y candidato a la presidencia, Pedro Sánchez.
  • Hace solo unas semanas, Marta Rivera, responsable de Cultura de Ciudadanos, se quedaba en la indefinición: su partido se movía entre el 7 y el 18 por ciento para la cultura. Finalmente, el partido de Albert Rivera acaba de anunciar que su propuesta pasa finalmente por el tramo más alto de esos dos, solo tres puntos por debajo del 21 actual. «Nos comprometemos a no comprometernos con algo que luego no se va a cumplir. No sabemos exactamente cuál es la gravedad de la situación económica», ha dicho Toni Cantó, candidato al Congreso por esta formación.
  • Podemos va más allá que Ciudadanos. El documento presentado por el Consejo Ciudadano estatal defiende el 10 por ciento para «productos de gran interés social», en los que engloba los culturales y escolares que ahora tributan al 21, «volviendo a la situación previa antes de la reforma del PP». Por contra, establecería un nuevo tipo del 25 por ciento para los artículos de lujo.
  • IU se muestra aún más ambicioso. Según declaró Marga Ferré, secretaria ejecutiva de Elaboración de Política y Programas de IU, la bajada del impuesto al 4 % sería la «primera medida» de su partido.
  • Unió, por su parte, ha reclamado el «tipo impositivo mínimo». Su portavoz y cabeza de lista por Girona al Congreso, Montserrat Surroca, lleva solicitándolo desde hace meses en la cámara baja y hace solo unos días volvió a exigirlo una vez más «porque ha supuesto un auténtico calvario para el sector cultural».