Texto publicado en el XAnuadioAPM por Tito Ramoneda, vicepresidente de la APM
APM es una asociación plural en la que conviven todo tipo de empresas, desde pequeñas promotoras a multinacionales que desarrollan su negocio en el ámbito del 360, incluido el de la venta de entradas. Por eso, que APM integre por primera vez en su historia a cuatro de las principales empresas de ticketing, tanto como partners del ‘Anuario de la música en vivo’ como de la propia asociación, responde a esta pluralidad del sector. Todos nos sentimos más cómodos no ligándonos a una única empresa.
Vender entradas es el objetivo principal del promotor e implica una responsabilidad ante artistas, locales y espectadores. Una buena gestión de ticketing empieza en el momento de plantear un scaling, continúa con el lanzamiento y termina el día del show, para que el espectador viva la experiencia sin contratiempos. Que los promotores tengamos acceso a los datos de los compradores para conocer sus gustos y comunicarnos directamente es un valor añadido que facilita nuestra labor y objetivos.
Esto es lo que nos ha traído la evolución tecnológica, que parece no tener fin. Pero también hay factores negativos, como el preocupante tema de la reventa. Es intolerable que después de dos años de denuncia, las mal llamadas empresas del mercado secundario continúen campando a sus anchas, estafando a usuarios y lucrándose del negocio ajeno. Otro punto negativo es la creciente injerencia de los artistas interviniendo en la gestión de venta. Parece obvio que si el promotor es el responsable de la entrada en todos los sentidos, las empresas de ticketing deberían guardarse de negociar exclusivas y condiciones directamente con el artista.
No debemos olvidar que las empresas de ticketing nacieron en nuestro país en la década de los 90 impulsadas por las propias empresas promotoras y el futuro lo tenemos que continuar construyendo juntos.
