La música urbana latina vive una metamorfosis radical. Atrás quedaron los días en que el reggaetón era sinónimo de sonidos convencionales y letras heteronormativas. Hoy, subgéneros como el neoperreo, el hyperpop latino y el dembow experimental están rompiendo esquemas, redefiniendo estándares y conquistando el mainstream sin pedir permiso.
Neoperreo: de la subcultura digital al escenario global
Surgido en la segunda mitad de los 2010s, el neoperreo es una corriente musical que mezcla reggaetón, dembow, clubbing, actitud punk y estéticas digitales queer. Liderado por artistas como Ms Nina y Tomasa del Real, se propagó a través de plataformas como SoundCloud, YouTube y TikTok, y encontró en México su principal epicentro, desde donde se extendió a festivales como Primavera Sound y Lollapalooza.
Este subgénero no solo es musicalmente rupturista, sino también ideológicamente inclusivo. Celebra la expresión sexual femenina, la diversidad de género y la cultura digital. Hits como «Tu Sicaria» (Ms Nina) acumulan más de 175 millones de reproducciones en Spotify, demostrando su impacto real en la industria.
La vanguardia tiene nombre de mujer
Artistas como Tokischa, Isabella Lovestory, Bellakath y EMJAY son protagonistas de esta revolución. La dominicana Tokischa ha colaborado con figuras como Rosalía, J Balvin y Madonna, redefiniendo el dembow desde una óptica rebelde, sexual y punk. Isabella, por su parte, mezcla pop, reggaetón y hyperpop con un discurso feminista provocador que ha conquistado a millones en redes sociales.
Bellakath y EMJAY, desde México, han llevado el neoperreo a terrenos virales. Mientras Bellakath explota la nostalgia del reggaetón 2000s con millones de oyentes mensuales, EMJAY introduce una dimensión hyperpop que expande aún más los límites del género.
Música en mutación: reggaetón deconstruido y hyperpop latino
La evolución no se detiene en lo estético: el sonido también muta. El reggaetón deconstruido, impulsado por artistas como Arca, toma la base del dembow y la funde con texturas industriales, ambient y club experimental. El resultado son paisajes sonoros alienígenas, que desafían cualquier categorización.
Simultáneamente, el hyperpop latino gana tracción con proyectos como EMJAY, Rusowsky o Ralphie Choo, donde el autotune melódico, los beats acelerados y la sensibilidad post-internet encuentran su lugar en la pista de baile.

Impacto cultural: de la disidencia a la industria
Lo que comenzó como contracultura ahora está en el centro del escenario. El neoperreo ha abierto espacios para voces LGBTQ+, mujeres empoderadas y expresiones no normativas. El hecho de que sellos como Warner Music fichen artistas surgidos de TikTok, o que Madonna colabore con Tokischa, habla de una industria que está tomando nota de este fenómeno.
A nivel comercial, los números lo avalan. Desde Chartmetric hasta Luminate, los reportes confirman que la música latina sigue creciendo a ritmo acelerado y que los subgéneros urbanos alternativos están en el centro de esa expansión.
Neoperreo Ibérico: El Flow Radical que Redibuja el Mapa Sonoro Español
En España, el neoperreo ha encontrado una voz propia, fusionando la herencia latina con una sensibilidad electrónica europea y una actitud provocadora que desafía los convencionalismos. Artistas como Bad Gyal, La Zowi o Lola Índigo han liderado esta ola con estilos diversos pero complementarios. Mientras Bad Gyal aporta un enfoque elegante y futurista desde la pista de baile, La Zowi explora una estética oscura, cruda y altamente autotuneada, que bebe del trap y se expresa con un lenguaje explícito y desafiante. Por su parte, Lola Índigo ha ido evolucionando desde el pop urbano hacia terrenos más híbridos, incorporando elementos del perreo en temas como “Yo Tengo Un Novio” (junto a La Zowi), o en sus colaboraciones con figuras como Villano Antillano. Finalmente,
Beyond Neoperreo
Más allá del neoperreo, una nueva generación de artistas de nicho está integrando este subgénero y la música urbana latina en una infinidad de estilos. La artista trans venezolana Arca, radicada en Barcelona, ha llevado esta fusión a un territorio vanguardista, explorando los sonidos más extremos del reguetón industrial en sus series de discos Kick y temas como “Rakata”, “KLK” (junto a Rosalía) o “PASIEMPRE” (con Tainy y Arcángel). Su propuesta ha sido clave para el surgimiento de escenas latinas underground que experimentan con el club deconstruido. Paralelamente, otros artistas están mezclando la sensualidad y franqueza del neoperreo con géneros como el funk, el R&B o la psicodelia, entre ellos la argentina Nathy Peluso, la puertorriqueña RaiNao (recientemente destacada en el último álbum de Bad Bunny), y los versátiles cantantes españoles rusowsky y Ralphie Choo, quienes exploran paisajes sonoros híbridos donde lo urbano se encuentra con lo introspectivo y lo experimental.
Cazzu: La Dama Oscura del Perreo Alternativo
Cazzu, una de las figuras más influyentes del trap latino en Argentina, también ha incursionado con naturalidad en territorios vinculados al neoperreo y otros subgéneros urbanos alternativos. Aunque su base artística nació en el trap y el reguetón, su versatilidad le ha permitido incorporar elementos de R&B, gótico urbano, e incluso una estética cercana al dark pop y la electrónica. Con una imagen poderosa y una lírica cargada de sensualidad, introspección y empoderamiento femenino, Cazzu ha logrado construir un universo musical propio que dialoga con las formas más audaces del perreo actual. Su colaboración con artistas como La Joaqui, Young Miko o Maria Becerra, y su actitud desafiante en escena, la posicionan como un puente entre el mainstream y las corrientes más experimentales de la música urbana latina. En definitiva, Cazzu no solo participa del cambio, sino que ayuda a ampliar los márgenes sonoros y visuales del género.
Futuro: sin límites
El futuro del neoperreo y sus variantes es expansivo, mutante y promisorio. Con colaboraciones que cruzan continentes (como Isabella Lovestory con el K-pop) y fusiones con Afrobeats, R&B o electrónica, el perreo alternativo ya no es el futuro: es el presente. Y está aquí para quedarse.
Como resume Chartmetric:
“Los límites se están difuminando, y la música urbana latina nunca ha sido más versátil ni ha tenido más espacio para la experimentación”.
El perreo del mañana se escribe hoy, entre bits, beats y cuerpos libres que bailan sin miedo.