Un Epic Concert es aquel concierto que marcó un antes y un después en la trayectoria de un músico. A veces incluso dando pie a que comenzase una carrera después de producirse ese momento de ‘yo quiero dedicarme a lo mismo’. Es por este motivo que en APMusicales.com preguntamos a los artistas cuáles fueron sus Epic Concerts. Hoy hablamos con Jesús Cifuentes, cantante de Celtas Cortos:
Mi impulso por querer ser músico viene desde muy niño. Mi madre y mis tíos me hicieron sentir ese envenenamiento por querer tocar y por andar de zascandil con el instrumento de un sitio a otro. Mi madre en casa, con su ya heredada relación con la música, fue la encargada de ponerme el violín en mis manos y de darme el empujón inicial. También me imponía un mínimo de disciplina en el aprendizaje.
Posteriormente mis tíos fueron los modelos que yo perseguía. Ellos integraban la JOCE (Joven Orquesta de Cámara de España). Sus conciertos a lo largo de la península hicieron que quisiera dedicarme a la música. El esfuerzo común, el gusto por ofrecer algo al público, el aprendizaje en cada ensayo… Era algo que yo respiré ahí y algo que busqué siempre. Y en cierto modo lo encontré en Celtas Cortos.
Está claro que la diferencia entre una orquesta de cámara y un grupo de folk rock suponía un salto enorme en la manera de hacer y en el objetivo que se persigue, pero las dificultades básicas que hay que salvar son las mismas. Hay que tocar afinado y a tiempo, hagas lo que hagas. Y para eso solo vale ensayar y ensayar. Solo y acompañado.
Aunque una orquesta (director, partituras, orden, disciplina…) y un grupo (anarquía, improvisación, incertidumbre…) disten entre sí mucho en las formas, en el fondo se parecen en muchos más aspectos de lo que aparentan. Persiguen el brillo de algo común. Se apoyan en la comunicación interna para llegar al público. Su razón de ser es dar con la lave de aunar en el intento particular de cada músico y hacerlo único.
En fin, que ser músico está por encima de dedicarse a un estilo o a otro, ya sea más culto o más popular, o más comercial o más minoritario, o más bailable o más audible. Ser músico es usar un lenguaje común a otros músicos, con los que compartes metas que están muy cercanas a las emociones.