Giras Love the 90s

Un mercado, infinitos universos

Ringo Starr (1940), Bob Dylan (1941), Bono (1960), Mariah Carey (1970), Laura Pausini (1974), Beyoncé (1981), Lana del Rey (1985), Lady Gaga (1986), Demi Lovato (1992), Harry Styles (1994), Camila Cabello (1997). Doce grandes nombres de artistas internacionales de hasta seis generaciones distintas pasaron por España en 2018 sin llegar a entrar en el ranking de las diez principales giras por número de asistentes. Causalidades y casualidades convergieron para que el mercado de la música en vivo se mostrara en todo su esplendor. El resultado fue un récord histórico en facturación.

En muchos casos ni siquiera se trató de los habituales viajes exprés. Dylan volvía después de tres años para hacer seis fechas en tres ciudades. Pasó por el Multiusos Sánchez Paraíso de Salamanca, el Auditorio Nacional de Madrid y el Liceu de Barcelona. Ringo Starr, el mítico batería de los Beatles, visitó por primera vez España en 50 años y lo hizo en cuatro fechas que le llevaron al Sant Jordi Club de Barcelona, al WiZink Center de Madrid, al Coliseum de La Coruña, y al Palacio Euskalduna de Bilbao.

U2, en cambio, han tocado en escenarios españoles en cinco de los diez últimos años: 2009, 2010, 2017 y 2018. Pero esta última era la primera vez que pisaban Madrid después de trece años sin hacerlo. Con el tiempo, según datos del Anuario de la música en vivo, su público ha ido decreciendo: de las 180.421 personas que reunieron en 2009 con los dos conciertos de la gira 360º en el Camp Nou; han pasado a las 30.248 que llenaron el WiZink Center en dos noches consecutivas para ver el show de Experience + Innocence. Esta vez, la ciudad condal se quedó sin los irlandeses, pero contó con la visita de Beyoncé y Jay-Z en la segunda parte de su gira conjunta. Después de que en 2014 hicieran una única parada europea en París, finalmente aterrizaron en el Estadi Olímpic Lluís Companys. Vender 45.000 entradas para un solo concierto no fue suficiente para entrar en la lista. El azar también jugó un papel importante a la hora de definir 2018 como un gran año en lo que respecta a la convocatoria de giras internacionales. Tanto Shakira como Lady Gaga tuvieron que posponer sus espectáculos previstos inicialmente para 2017 por motivos de salud.

Más allá de las grandes giras

Pero no solo las grandes estrellas conforman la realidad del panorama. Artistas de jazz, como Pat Metheny y Chick Corea; y de clásica, como James Rhodes, también congregaron en 2018 a sus selectas minorías. En este último caso, incluso llegó a romperse una barrera. Rhodes, convertido prácticamente en personaje público desde el éxito masivo de su libro Instrumental, se instaló en Madrid en 2017. En poco más de dos años, el pianista inglés ha ofrecido 25 conciertos en 20 ciudades y ha conseguido vender más de 30.000 entradas, algo totalmente inaudito para alguien que interpreta a Bach.

Pero el riesgo parece asumible en tiempos de vacas gordas. Barnaby Harrod, desde Mercury Wheels, se decidió a impulsar New Blood, una propuesta que buscaba hacer de altavoz de grupos emergentes británicos: Freya Ridings, Odina, James Coulden y Bryde fueron algunos de los elegidos. Eran nombres que sonaban muy poco, incluso para melómanos. Para la promotora, la propuesta se explica simplemente como signo de los tiempos: “Es paralelo a la capacidad instantánea que tiene la gente de ver en YouTube o escuchar en Spotify”. “Pueden tener estas mismas bandas en directo al instante”, concluye Harrod. Houston Party, hoy nueva promotora asociada a APM, empezó asimismo 2018 con una agenda llena de nombres desconocidos para la gran mayoría. Celebraban 20 años de conciertos con grupos independientes.

La brecha en el panorama nacional

Pero las buenas noticias, en oferta y cifras globales, dejan entrever un año más un problema que no desaparece: la brecha de género. Tanto en el ranking nacional como internacional, solo hay una mujer en cada uno: Rozalén y Shakira, respectivamente.

Y eso que hubo conciertos de artistas nacionales importantes como Malú, Alba Molina, Niña Pastori y Pastora Soler. Esta última, con La calma, actuó en recintos como el Liceu, en Barcelona; el Palau de les Arts, en Valencia; el Auditorio Rocío Jurado, en Sevilla; y el Gran Teatro Falla, en Cádiz. Se trataba aún de la gira de retorno a los escenarios que había empezado en 2017 tras dos años de retiro personal, tiempo durante el cual tuvo a su primer hijo. En 2018, también Zahara volvió a tocar tras tener a un bebé, aunque la gira de presentación de su nuevo álbum dio el pistoletazo de salida en 2019.

Rozalén, por su parte, consiguió alcanzar el octavo puesto de la clasificación tras realizar un total de 67 conciertos, siendo la segunda artista de las listas con más shows en 2018, solo por detrás de Pablo López, con 71. La cifra era compartida con El Kanka, otro de los que han quedado fuera de la tabla. El malagueño consiguió agotar entradas en una treintena de ocasiones en una gira por teatros y festivales. Además, como Rozalén, acumulaba decenas de actuaciones por el mundo.

Hitos, premios y celebraciones

En cuanto a número de conciertos, fue El Barrio quien cumplió una hazaña en 2018: 500 shows a lo largo de toda una carrera. Lo celebró con un espectáculo en el WiZink y una treintena de fechas por todo el país. Él, por cierto, también es el artista español que más veces ha tocado en el recinto madrileño. Esta vez era la presentación de Las costuras del alma, el duodécimo disco del cantautor de Cádiz, que vio la luz a finales de 2017.

En la relación entre música grabada e industria del directo, sobresalió en 2018 el 20 aniversario de Una semana en el motor de un autobús, el tercer disco de Los Planetas. En su momento fue mejor disco del año y uno de los mejores del siglo XX, según la revista Rockdelux. La efeméride de un álbum que marcó toda una generación de indies patrios se celebró con espectáculos tan especiales como el que tuvo lugar en su ciudad natal con la Orquesta Ciudad de Granada y el Coro OCG. Prepararon una gira con diferentes formatos de banda y pasaron por festivales como el Low, el Vida y recintos como el Palau de la Música de Valencia y el Auditori de Barcelona en el marco del Festival del Mil·leni. Pero los de J. también estuvieron en la Sala Apolo, que en 2018 cumplió 75 años. Así, lo que empezó como un recinto de baile a principios de los 40, ha visto ya más de 7.700 conciertos de 11.000 grupos, además de 5.500 dj. Apolo, como el resto de salas con aforos medianos del país, es uno de los lugares idóneos para ver el crecimiento de muchos artistas nacionales e internacionales. En La [2], precisamente, tocaron The Limboos, la banda asentada en Madrid que de la mano de I Wanna realizó a lo largo de 2018 unos 50 conciertos entre Francia y España. También por Europa giraron Toundra, presentando su último disco Vortex. Alemania, Holanda, Bélgica, Reino Unido y Francia son algunos de los países por los que pasaron. Los catalanes Maria Arnal i Marcel Bagés, por su parte, dieron en 2018 carpetazo al disco 45 cerebros y un corazón. La primera referencia del dueto la publicó la oficina de management y sello Fina Estampa y fue galardonada en los Premios MIN en marzo a mejor álbum, mejor artista emergente, canción del año y mejor álbum de pop.

La diversificación del sector

Pero el sector del directo ni siquiera acaba aquí, ni siquiera se termina al entender que hay distintas ligas paralelas que pueden convivir perfectamente. Sino que va más allá de los conciertos al uso. Solo con ver la agenda de recintos como Ifema y Palau Sant Jordi, uno ya puede hacerse la idea de la diversidad y complejidad del sector. Música en vivo también engloba espectáculos organizados por promotoras de APM como Toruk de Circo del Sol, a cargo de Live Nation Barcelona; La guerra de las galaxias en concierto, de la mano de Proactiv; y Soy Luna Live, el show vinculado a la serie de éxito de Disney Channel llevado a cabo por Sold Out. El debate ya había emergido en la rueda de prensa del festival Primavera Sound. “A mí me interesa un mercado real, underground, de gente a la que le guste la música”, decía Yung Beef. A lo que C. Tangana respondió: “Solo hay un mercado y es donde está el dinero”. El madrileño estaba en lo cierto. Hay un mercado, pero infinitos universos.

Este texto ha sido originalmente publicado como apertura de sección en el décimo aniversario del Anuario de la música en vivo