Google adquiere una parte mayoritaria de Burning Man
Gwen Schroeder

Google adquiere una parte mayoritaria de Burning Man

La noticia de que Google adquiere una parte mayoritaria de Burning Man es en realidad una broma publicada por Mixmag el día 1 de abril, con motivo del April Fool’s Day, que se puede traducir como día de las bromas de abril o día de los inocentes​ de abril. Se trata de una festividad que se celebra en Polonia, Francia, Finlandia, Austria, Australia, Alemania, Italia, Bélgica y Reino Unido, pero no en España. Y un lector de APMusicales ha avisado a la redacción de este error. De hecho, como explican en Snopes.com, la web no explicita que el artículo sea una broma, pero la pista estaba en el nombre del representante de Google: Marcus Fooly. Para acabar de comprobarlo, en Snopes.com aseguran haberse puesto en contacto con el gigante tecnológico, el cual ha confirmado que no hay nadie en su equipo con este nombre, y menos aún como responsable del departamento ‘Fun and Games’.

El gigante tecnológico Google acaba de adquirir una parte mayoritaria del festival Burning Man, según ha informado Mixmag. Concretamente, se trata del 51,2%. La cifra, aunque no ha sido revelada, podría rondar alrededor de los 1.200 millones de dólares.

Desde el medio especializado contactaron con el alto cargo de Google Marcus Fooly, quien aseguró que con su entrada la empresa introducirá algunas novedades importantes, como «un motor de búsqueda en el lugar, a través del cual los asistentes podrán solicitar servicios como comida, agua y purpurina».

De hecho, la entrada de Google puede implicar varios cambios en ámbitos como la logística, el control de accesos y el desarrollo habitual de la cita. Sin embargo, Fooly afirmó que no quieren cambiar «demasiado» el festival, solo complementarlo, agregando valores asociados a su marca.

Todo empezó en el solsticio de 1986, cuando a Larry Harvey y Jerry James se les ocurrió quemar un monigote de madera en una playa de San Francisco para divertirse. La ceremonia continuó anualmente hasta que, en 1990, la policía les prohibió hacerlo y se animaron a llevarse su burning man hasta el desierto de Nevada.

Pero el que durante años fue un oasis de la contracultura, hace ya tiempo que se había convertido en un punto de encuentro para algunos de los millonarios de más renombre de la industria de la tecnología de Silicon Valley, como los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin; el presidente ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, o el dueño de Tesla Motors, Elon Musk, quienes hasta ahora, de una manera u otra, habían logrado pasar desapercibidos.

De hecho, según publicaba hace unos años la prensa estadounidense, los nuevos magnates de Silicon Valley que acuden a Burning Man se pelean por ver quién gasta más dinero en agasajar a sus invitados, levantando lujosos campamentos temporales en el desierto. Así que la posibilidad existía, pero ahora se materializa.

Ahora bien, el movimiento se produce justamente en un momento extraño, ya que Burning Man anunció recientemente su deseo de frenar a aquellos que usan el ambiente del desierto para llevar adelante acciones comerciales y otros intereses personales. Marian Goodell, directora del consejo de administración del festival, aseguró que eso no tenía «nada que ver con Burning Man».