Seguimos con la sección que empezamos la semana pasada difundiendo fragmentos del libro de Vicente Mañó y Javier Bori Así funciona el negocio de la música (Editorial Círculo Rojo, 2016). Mañó, autor intelectual de la obra, lleva desde 1984 como mánager de grupos y promotor de eventos desde su oficina de producciones y management, Tratos. En este segundo fragmento se abordan temas tan clave en la carrera de un artista como la originalidad y el talento.
«En ocasiones, de forma consciente o inconsciente, hay cierta tendencia a tratar de parecerse a otro, o de copiar aquello que nos gusta, que admiramos o que simplemente le ha ido bien a otro artista. Stravinsky decía: “todos los músicos se influencian unos a otros y los genios directamente robamos”. Mi consejo, pues, a los creadores, es que se olviden de los otros; tanto de aquellos a quienes consideren referentes, como del público que es susceptible de escuchar su música. Haced lo que en conciencia nazca de vuestro interior. Porque no hay dos personas iguales en este mundo, y muy probablemente lo que tú, como artista, vayas a crear desde la más absoluta sinceridad y la honestidad será lo que marque tu sello de distinción.
En mi opinión, prácticamente siempre que conscientemente copies a alguien por su éxito, tan sólo llegarás a ser una mera copia de ese otro. No es así como llegaron los Beatles a ser los “fab four”, o Elvis a ser “el rey del rock”, ni Michael Jackson, “el rey del pop”. En contraposición, cuando lo que ofrezcas sea algo auténticamente tuyo, siempre llevará tu sello de originalidad personal, aun con las influencias e inspiraciones que, inevitablemente y de manera inconsciente, fluyan en ti. Tu sello de distinción te hará ser único y genuino. Y a menos que te comprometas con tu originalidad, jamás sabrás si lo que ofreces puede ser tan bueno, o más, que aquello que te parecía una referencia. Estoy convencido que todos escucharíamos mejor música si los creadores se olvidaran de “el de al lado”. En este sentido creo que las personas somos muy dadas a complicarnos la vida cuando la solución de las cosas es muy sencilla. Quiero decir con ello que cualquier músico puede romperse la cabeza pensando qué hacer para ser genuino, y la respuesta es tan sencilla como que lo que tiene que hacer es, simplemente, lo que le nazca del alma. O dicho de otra manera, no debe hacer otra cosa más que ser él mismo, porque seguramente él será el elemento original de distinción que está buscando ser. Debes llegar a la certeza de que, si eres un verdadero músico, lo que tú haces es diferente a lo que hacen los demás.
Aun así, es importante ver si lo que ofreces puede tener un interés especial. Es decir, es vital valorar el “contenido” del proyecto que como músico vas a ofrecer. Lo más común, en cualquier terreno, es hacer algo mediocre; lo bueno siempre es una excepción. Hacer algo brillante, que llame la atención y que pueda tener éxito, es algo excepcional porque el talento lo es».
Así funciona el negocio de la música
Editorial: Círculo Rojo
Páginas: 192
Precio: 17,20
