Comprar, recoger, mostrar y romper. Comprar, recoger, mostrar y romper. Comprar, recoger, mostrar y romper,… Y así cada vez que compramos una entrada. Los adictos a los conciertos lo saben bien y conocen el engorro que supone las casi inevitables colas que se forman para recoger entradas y presentarlas. Y ahí ha llegado la tecnología para aportar soluciones. Ya conocemos casos como Passbook, que permite llevar todas las entradas y billetes de transporte en el móvil para escanearlas posteriormente en la puerta del recinto. Ahora le llega el turno a Entry, una aplicación que va un paso más allá.
«La idea es replicar el mismo proceso que con la compra tradicional, pero aprovechando las ventajas de los smartphones; la app te permite comprar tu entrada y guardarla en el teléfono hasta el mismo día del concierto. Una vez allí, el vigilante de la entrada marca la pantalla para validar la entrada», explica Marina Carrasco, la emprendedora detrás de la aplicación. Este toque en la pantalla, equivalente a romper la entrada, evita pasar por el trance del escaneo. ¿Qué significa eso? Ahorro en colas y papel para el espectador y en material y personal para el promotor. «Esa es la principal ventaja de nuestra aplicación: aporta comodidad tanto al productor como al consumidor».
Para el espectador
Empecemos con la experiencia de usuario. Del ciclo comprar-recoger-mostrar-romper, Entry se salta el «recoger» y reinventa el «romper». Con la actual versión beta, la principal ventaja que ofrece es llevar toda la información en el móvil y evitar colas. La app ya ha sido testada en eventos de tamaño pequeño y mediano con éxito.
El paso siguiente llegará con la versión definitiva, que estará a punto para principios de diciembre. Ahí entra la experiencia social, con la posibilidad de guardar todas las entradas adquiridas, compartirlas en tus redes sociales para presumir ante las amistades y consultar los mapas y toda la información relacionada con los eventos.
Y para el promotor
Para el organizador de eventos, la gamma se amplía. «Estamos abiertos a adaptar la plataforma a las necesidades de cualquier cliente», advierte Carrasco. Nos fijamos en la versión más básica y lo primero que ofrece es un gran control de datos. «Sabemos al instante el ritmo de entrada de los usuarios, qué localidades se están llenando y qué espectadores están por llegar», explica.
¿Y si todo falla? ¿Qué ocurre si cae la red de Internet o un usuario no dispone de móvil con pantalla táctil? «Ofrecemos al organizador un backup con toda la información offline. De esta manera, la información de los compradores siempre está disponible». Carrasco considera imprescindible este apartado, ya que no solo permite al promotor respirar en caso de fallo técnico, sino que también abre el producto a aquellos usuarios sin smartphone.
Según su directora, Entry cuenta con parámetros de seguridad que excluyen la posibilidad de pirateo. «El usuario compra una imagen, pero la entrada definitiva con el código cifrado no la recibe hasta poco antes del evento», explica Carrasco, que bromea asegurando que fichará «al primer pirata que logre copiar una entrada de Entry».