Jaime Urrutia: El gran daño de los 80 fue que la gente se acostumbró a ver gratis a los grupos

Camino Soria (1987) fue el disco más importante de Gabinete Caligari junto con Cuatro rosas (1984). Así lo reconoce, ante la reedición del disco por sus 30 años de existencia, uno de sus artífices, Jaime Urrutia, quien no ha dejado de tocar en sus conciertos algunas de aquellas canciones míticas, como reconoce en una charla con Apmusicales, a la espera de un nuevo álbum en solitario.

PREGUNTA: De Camino Soria se ha dicho también que es uno de los grandes discos del pop español. En tu cuenta personal, ¿cómo lo sientes?
RESPUESTA: No fue mi culminación como músico. Fue un paso más, un paso adelante desde los tiempos en que nos inspirábamos en Joy Division. Queríamos provocar y Camino Soria fue el desarrollo lógico de Gabinete Caligari.

P: ¿Qué opinas al escucharlo 30 años después?
R: Creo que suena superfresco y es el motivo de la remasterización. Cada vez que oigo esas canciones, me parecen muy buenas, modestia aparte. Es un disco redondo y aún sigo tocando en directo algunos de esos temas. Veo que hay mucho respeto por parte de la gente.

P: La elaboración del álbum coincidió con vuestro fichaje por una multinacional, uno de los puntos más discutidos de la biografía de Gabinete Caligari. ¿Tú cómo lo valoras?
R: Nosotros habíamos creado nuestra propia compañía, Tres Cipreses, que después absorbió DRO, una independiente. Con ellos empezamos a sonar en Los 40 Principales, que era algo increíble para un grupo salido de una independiente. En el año 87 llegaron las ofertas de las multinaciones, cuando se dieron cuenta de que los grupos de la Movida no eran una anécdota y de que había buena música ahí. Para mí fue un paso lógico y no me arrepiento de ello.

«Me interesa poco de lo que suena actualmente y vivo sobre todo para mi propia música»

P: ¿Percibes muchos hijos de este Camino Soria hoy en día?
R: No, ni de Camino Soria ni de Gabienete Caligari. Para bien o para mal, éramos muy difíciles de imitar. Tampoco es que oiga mucha música. Me interesa poco de lo que suena actualmente y vivo sobre todo para mi propia música.

P: A ese respecto, ¿habrá nuevo disco tras Lo que no está escrito (2010)?
R: Llevo bastante tiempo preparándolo. Hace dos años hubo un intento, pero me dijeron que tenía que dar más de mí y yo no tengo prisa. En la discográfica quieren sacar toda mi personalidad, pero uno va haciéndose mayor; ya has contado muchas cosas en las canciones, te repites sin querer.

«Loquillo se levanta por las mañanas y vive para su personaje. No lo digo como crítica, pero yo no soy así»

P: ¿A qué achacas el buen momento musical que atraviesan compañeros de generación como Loquillo?
R: Loquillo se levanta por las mañanas y vive para su personaje. No lo digo como crítica, pero yo no soy así. Él vive para su profesión todo el día y yo tengo mi vida personal. Creo que su buen momento de forma actual se debe a que lucha sin parar y a que está en todas partes.

P: En el libreto de la reedición de Camino Soria pide para Gabiente Caligari una calle en Madrid…
R: A mí esos reconocimientos ni me van ni me vienen, pero si nos ponen una calle, pues me parecerá bien.

P: Madrileños de pura cepa, ¿os siguen confundiendo con sorianos?
R: Sí, a día de hoy nos lo siguen diciendo. Al principio nos mosqueaba un poco: ‘No somos de Soria, somos de Madrid, pero podemos hablar de Soria, coño’, decíamos.

P: ¿Has vuelto por la ciudad encantada del Duero, aunque sea mentalmente?
R: He vuelto a tocar dos o tres veces, pero no lo he vuelto a usar como fuente de inspiración. Eso ya está hecho. Regresé hace 5 años por el 25 aniversario de Camino Soria con Juan Carlos Ortega para un programa de TVE. Creo que la ciudad no supo entender el disco. Para mí la canción es un himno para ellos, pero recuerdo que hubo conversaciones entonces con el Ayuntamiento para que pusieran algo de dinero para un videoclip y al final no se hizo porque les parecía muy caro.

«Creo que Soria no supo entender el disco»

P: ¿Aprecio cierto resquemor?
R: Me hubiera gustado que en Las Fiestas de San Juan nos hubiesen llevado. Allí han actuado Ana Belén, Víctor Manuel, Serrat… Vamos, que hay dinero, pero a Gabinete Caligari no nos llevaron jamás. Y eso que la primera vez que fuimos, solo unos meses después de la publicación del disco, llenamos una discoteca de 6.000 personas en una ciudad de 25.000.

P: ¿Ha cambiado mucho el panorama de la música en vivo en estos 30 años?
R: Entonces no estábamos profesionalizados y fue entonces cuando aprendimos a dominar un escenario. Recuerdo que poníamos todo muy alto y apenas sabíamos qué era un monitor. A partir del 85, los cachés se dispararon. Se ganaba dinero en la música. El PSOE estaba en casi todos los ayuntamientos y empezaron a pagar unos cachés elevadísimos. Te creías dios. Ibas a la Plaza Mayor de Salamanca abarrotada, pero con entrada gratis. Así nos creíamos que llenábamos en todas partes.

P: Y eso luego cambió…
R: Cuando en los 90 llegó la rebaja y había que pagar entrada, la cosa empezó a bajar. Hoy a las nuevas bandas casi les sale a pagar. Fue el gran daño que se hizo a la música: el que la gente se acostumbró a escuchar música gratis.

P: ¿Alguna posibilidad de verte pronto en directo?
R: A finales de abril iré al teatro Fernán-Gómez de Madrid para hacer n repaso a toda mi discografía, tanto temas de Gabinete como en solitario. Para escuchar nuevos temas, creo que será demasiado pronto.