Juliane Heinemann, el Epic Concert de Marion Harper

«Cuando estudiaba música, conocí a la profesora Juliane Heinemann. Un día nos ofreció un maravilloso pequeño concierto. Aquella actuación hizo, definitivamente, que quisiera dedicarme a la música». Así empezó la trayectoria de Marion Harper. Fue una noche de verano al aire libre, en el Teatro Clavé, en Tordera. «Lo recuerdo un concierto muy especial; de principio a fin. Aquella experiencia me hizo ver que quería que la música me acompañara para siempre«, confiesa.

Por entonces tan sólo tenía 13 años. «Estaba muy ilusionada, porque iba a ver a mi profesora en directo. De hecho, fui sola a verla», recuerda. Aquella actuación, que define como «muy emotiva», le hizo reflexionar, y lamenta no poder recordarlo con más detalle. «Lo único que recuerdo es que salí de allí cambiada«. Aunque no ha incluido la experiencia en sus trabajos, asegura que, en sus directos, le encantaría poder hacer sentir a los demás lo que ella le hizo sentir aquel día.

Harper anunció a finales del año pasado su tercer disco “Hydrangea” (Luup Records), un trabajo que explora la vertiente más electrónica de la cantautora y que, a la vez, significa su llegada a la madurez, profesionalmente hablando. Es el trabajo más más personal de Harper hasta el momento, con canciones que hablan de la pérdida, el amor y la muerte. El disco lo forman ocho oscuros y complejos temas.

Dos años antes publicaba su debut “Cotton Candy”, con el que giró en el Festival STRENES, l’Acústica de Figueres y el Festival Altaveu. Hasta la fecha, Harper ha compartido escenario con bandas como M83, DORIAN o Marlango. Posee el Premio Descobertes 2016 por el Festival STRENES y una nominación a Mejor Artista Revelación en los Premios ARC.