Soundgarden quedará para siempre en los anales de la historia de la música. Su rock alternativo fue un estandarte en la década de los 90 junto con otras bandas del momento como Nirvana y Pearl Jam. Chris Cornell, líder de la banda, fue sin duda un frontman sin precedentes. Sus muchas inquietudes musicales le llevaron a formar sus posteriores grupos Temple of the Dog y Audioslave. Pero fue durante su carrera en solitario que tuvimos la suerte de poder contar con su presencia en la segunda edición del Suite Festival el pasado 21 de abril de 2016, después de 17 años sin pasar por la ciudad condal.
Cornell apareció en el Liceu a media tarde para realizar los ensayos con su semblante tranquilo y amable. Era un hombre que, pese los años de fama y ser considerado uno de los padres del grunge, tenía un trato muy cercano y resultaba fácil entablar una conversación con él. Acompañado únicamente por su mujer, su hijo y un tour manager que hacía a la vez de técnico, el ambiente en los camerinos era de una calma total, sin ruido, sin ajetreo. Solo estaban él y su familia. Ese día estaba visiblemente afectado por la repentina e inesperada muerte de Prince. Me comentó que el concierto de esa noche sería especial para homenajear al que consideraba uno de los mejores músicos y compositores de todos los tiempos.
Con la satisfacción de haber agotado las entradas, apareció solo en el escenario del Liceu con su guitarra y empezó su repertorio interpretando ‘Nothing Compares 2 you’ en honor a Prince. Continuó interpretando sus canciones, así como los temas míticos de sus bandas. Sus guitarras, sus harmónicas, y su habilidad increíble para tocarlas. Nos demostró que no hace falta llevar una banda para hacer un gran concierto. Él se sentía muy cómodo, estaba pletórico y comunicativo con su público barcelonés. Se notaba. Ofreció toda su esencia, y para siempre nos quedará ese bonito recuerdo.
Descansa en paz, gran maestro.
