Llevo desde los 17 años ligada de una manera u otra a la industria musical. Tuve un grupo, edité un fanzine, creé un catálogo de venta por correo, organicé pequeños conciertos en mi ciudad y monté un sello. Pero no fue hasta 2001 cuando de alguna manera me profesionalicé y me dediqué a ello consciente y enteramente.
Hace unos 10 o 12 años que trabajo como manager y es, definitivamente, la parte de la industria que más me motiva y emociona. Todo mi background anterior ha sido formación. No creo que en España el sector esté profesionalizado, pero por supuesto que hay buenos profesionales.
Vamos a mejor. Cada vez hay más formación, algo importante para la gente que quiere iniciarse en este trabajo, pero no imprescindible. Simplemente, porque no creo que todo el mundo pueda ser manager, al igual que no creo que todo el mundo esté capacitado para ser promotor. Creo que es un oficio que ha evolucionado mucho en los últimos años y ha vivido cambios. Cada vez hay más gente nueva, más chicas, más jóvenes que nos enseñan a ver las cosas de otra manera. La industria musical evoluciona con ello, así que no tendria sentido que el management no evolucionase también.
Para mi un manager debe acompañar y asesorar al artista a lo largo de toda su carrera, en todo lo que esta conlleva. En mi opinión, hay un problema cuando se confunde con el booking y se mezcla el dinero con las decisiones artísticas. Por eso hay un tipo de artistas que una vez triunfan creen que ya pueden hacerlo por sí solos. Tener mucho éxito implica normalmente ganar mucho dinero, y es entonces cuando deciden que mejor gestionárselo ellos mismos, porque creen saber mejor que nadie cuál es la mejor decisión para su carrera. Pero esa, normalmente, es la peor decisión posible.
