SónarKids

La educación musical, una asignatura pendiente

Artículo de Teresa Vallbona publicado en el ‘III Anuario de la Música en Vivo’

La música, como todas las artes, hay que aprender a vivirla. Inculcar la cultura musical a los más jóvenes es uno de los retos de los profesionales del sector. En España falta cultura musical. «Hay que enseñar la diversidad de músicas a los niños para que aprendan a valorar lo que les gusta y lo que no», explica Alberto Guijarro, el director del Primavera Sound, un festival que incluye en su programación un apartado para los más pequeños. Esta nueva estrategia también la han seguido festivales como el Pirineos Sur y el Cruïlla Barcelona, ampliando la oferta a un público familiar. Y el Sónar, con su proyecto SónarKids.

Transmitir la diversidad musical al público potencial permite crear una afición a la música, permite enseñar a vivir la magia del directo. «Hay que educar al publico para que aprenda a exigir y a consumir música en directo. Sin la existencia de un público, no es posible que una disciplina artística crezca», explica Raúl A. Mao, director de Cuadernos de Jazz. El público se tiene que habituar, ya que al final «esto repercuto en la escena», añade Guijarro. En resumen, «falta educación musical». En un primer grado, el futuro de la industria del directo en España pasa por educar el oído.

En un género como el jazz, una educación musical deficiente hace que continúe siendo una música elitista. En el hip-hop, hace que se considere contracultura. «Falta sacar a la cultura urbana de la contracultura y hacer que pase a un primer término. Falta formación en escuelas e institutos», explica Marta Torras, codirectora del Hipnotik. Para crear más público y, sobre todo, un público más competente y selecto, «hay que atacar de raíz», añade Guijarro. Esta es la asignatura pendiente que tiene España.