La identidad de los festivales del mañana en BIME Pro

En el marco de Bime Pro se celebró la charla «La identidad de los festivales del mañana» en la que participaron Chechu Martínez (APM), Carolina Rodriguez (Producciones Baltimore), Rocío Sáiz (Ground Control) y
François Jozic (Grupo Cetris).

En la charla se abordó la amenaza constante de una burbuja y cómo se relaciona la identidad de cada festival con el nacimiento de nuevos proyectos. Cada profesional compartió su experiencia en el tema, concluyendo que los festivales tienen campo para crecer y desarrollarse. A continuación compartimos un breve resumen:

Burbuja de festivales: ¿verdad o mito?

La primera pregunta abordó el miedo que existe ante una industria festivalera que no para de crecer. ¿Es posible que la burbuja de los festivales vaya a explotar?

Rocío Sáiz afirmó que no es algo próximo ya que, actualmente, el mayor reto que tienen los profesionales es “mejorar lo que tiene que ver con el público«. Por su parte Carol mencionó que invariablemente hay un filtro, ya que no todos los festivales se mantienen. No obstante, agregó que «cuanta más competencia, hay nuevas iniciativas, se generan nuevas empresas y surgen iniciativas experienciales

François concluyó que podrían haber más festivales, y muchos festivales podrían seguir creciendo sin que se vea afectada la industria. No obstante, el contenido artístico solo no será suficiente. «La experiencia es clave.Hay festivales que no consiguen mejorar la experiencia y podrían perder fuerza.» Los tres ponentes coincidieron en que la experiencia se vinculará con la identidad del festival

Concepto o música

Durante la charla se recalcó mucho que el contenido artístico es el elemento principal, pero que el concepto o experiencia que diferencia un festival de otros favorecería el engagement del público. Se ha convertido en un ingrediente indispensable para garantizar el retorno el próximo año.

Esto supone un reto, según François «las experiencias se rigen con fenómenos de modas» y es difícil mantener el equilibrio o el enfoque.

Carol añadió que el cartel musical es lo que define el festival y es lo que se debe de mantener pero al mismo tiempo los promotores están en la obligación de encontrar nuevos elementos relacionados con la experiencia, para acabar de fidelizar al público.

Aún así, según Rocío son los valores que órbita alrededor de un festival los que ayudan a conseguir ese público fiel: «Hay que arriesgar en las programaciones.» Dar oportunidad a las pequeñas bandas para que el público se habitúe a conocer nueva música; aplicar la equidad de género en toda la empresa, no solo en el escenario, sino en todos los aspectos que abarca un festival; cuidar el impacto medioambiental, etc. son ejemplos de valores que atraen a un público y los invita a volver en la próxima edición.

Festivales que marcan la pauta

Los ejemplos de festivales que surgían a lo largo de la charla eran inevitables. Rocío, por ejemplo, consideraba que el Metrópoli de Gijón unía bastante bien el concepto con la calidad musical. Este festival ofrece experiencias entorno a los videojuegos o el cine mientras curaban una propuesta musical completa. François mencionó al Row como un proyecto que desarrolló muchísimo el concepto para mejorar la experiencia. También mencionó al Tomorrowland o Fire Festival como ejemplos con una identidad muy marcada. Rocío agregó que podríamos aprender mucho de la coordinación del South by Southwest.

Carol comenta que suelen viajar para ver nuevas ideas de otros festivales y tomar notas, los festivales se convierten en un escaparate y laboratorio de ideas.

Identidad de festival propia o identidad compartida

Según Carol, en la industria se tiende a pensar que el que primero da con una idea, le pertenece. «No tiene que ser un valor determinante quién se adjudica algo primero. Es nuestra responsabilidad social y medioambiental como promotores compartir las cosas que van a mejorar. Si podemos llegar a integrar conceptos como la equidad de género en todos los festivales qué mejor,» concluía.

Rocío cree que hay que evitar realizar festivales con carteles muy parecidos ya que «si no le dan algo más» eso hace que no se lance a comprar la entrada tan rápido. También añade que entiende que hay un riesgo en traer propuestas que sean muy novedosas.

No obstante, el reto de mejorar cada año se vuelve difícil. «El 99% de los promotores queremos mejorar en el servicio y la calidad«, afirmaba Carol. «Tener un pequeño plus te ayuda a que el asistente pague la entrada y el patrocinador te vea de manera diferente» agregaba François. Pone de ejemplo al Brunch-in, que actualmente tiene un precio más elevado a cuando empezaron porque han ido mejorando la propuesta: comunicar bien sus valores, mejorar las colas de los baños, de las barras, tener un servicio de limpieza, que aunque cueste un poco más, el público lo entiende y lo agradece, ya que mejora su experiencia.

Sostenibilidad, igualdad y diversidad como factores clave

La sostenibilidad es un tema que cada vez va a desarrollarse más en los festivales comentó François, «desde la prohibición de las pajitas de plástico y los baños químicos, siempre hay novedades que los festivales muestran como reflejo de los nuevos valores de la sociedad«. Además, añadió que hay que ser más radicales con una propuesta de valor, por ejemplo, en el tema de equidad, hay que ir más allá de tener un cartel con un 50-50, y ofrecer espacios más amigables para las mujeres y para el colectivo LGTBI.

Rocío opinó que tanto la conciencia de igualdad de género como la de sostenibilidad «tiene que estar en todo el equipo, no solo en un departamento». Comentó también que hay empresas especializadas en la sostenibilidad, así ponerlo en práctica es muy fácil y se agradece que los promotores se den cuenta que el problema existe y desarrollen maneras de remediarlo. Concluye su discurso con “Para mí es igual de importante que en el cartel haya mujeres como que las instalaciones estén muy bien”.

François opina que las novedades sostenibles requieren un equipo que solo se dedique a ello, para poder desarrollar estas cuestiones y poder mejorar. Y Carol cree que es necesario que la filosofía esté integrada en toda la empresa pero también es necesario que haya un departamento específico para estas cuestiones, que trabajen en ello, lo hagan bien y lo transmitan y comuniquen de manera correcta los valores.

Exportación de marca de festival

En referencia a la exportación de la marca de un festival de manera internacional, como el Lollapalooza, no es tanto una cuestión de tener la identidad más marcada si no también de presupuesto y marketing. Carol expuso «que éstos se tratan de festivales cuyo target objetivo está mundializado y por lo tanto pueden trasladar su filosofía de trabajo a puntos del planeta que reciban la experiencia de manera igual».

En el caso de Brunch-in, comentó François, si cree que al tener una identidad marcada muy fuerte han podido exportar la marca fuera. No obstante, cree que es arriesgado ceder esta identidad a un tercero, y precisamente por eso cuidan mucho la política de desarrollo internacional. «Así aseguramos que nuestro evento tenga la identidad y muestre nuestros valores correctamente«.

Carol afirmó esta idea y añadió que en Producciones Baltimore trabajan cada festival de manera independiente, con su propia identidad, cuidando la producción y comunicación al máximo y con mucho cariño, por lo que hay un gran riesgo en franquiciarlo.

Ante la respuesta a la cuestión de cuánto tiempo se puede tardar en construir una identidad, todos estuvieron de acuerdo en que no hay un número de años en los que se puede formar la identidad de un festival. Para crear identidad y dar credibiliad se requiere mucho tiempo, en los valores que muestre el festival, en el trabajo que realice y en el marketing de éste. Rocío comentaba «que hay festivales que nunca llegan a tener una identidad«, con lo que Carol concluyó «en un año seguro que no se forma la identidad de un festival, requiere muchísimo trabajo«.

Ayudas públicas

El último punto de la mesa fueron las subvenciones y ayuntamientos como financiación de un festival. Los tres ponentes también mostraron su acuerdo en que se pueden pedir ayudas al ayuntamiento – recintos, permisos y facilidades para que todo funcione correctamente – pero no depender totalmente de él ya que se corre el riesgo de perder la identidad del festival.

Buena salud de los festivales, identidad y equilibrio entre la música y la experiencia

La conclusión general de la mesa fue positiva, mostrando a los festivales como eventos con una gran salud, y mostrando la identidad de cada festival como marca es un factor determinante de éxito, siempre y cuando se encuentre un equilibrio entre la experiencia y la parte artística. Los festivales forjaran su identidad encontrando sus valores y abarcando temas como sostenibilidad, igualdad y diversidad, tecnología… y pensando en como fidelizar al público asistente.