Todo comenzó cuando Teddy Bautista accedió a que se programasen conciertos de compositores sinfónicos. Así comienza el artículo de El Confidencial sobre uno de los temas más sonados en la industria musical española en los últimos años: ‘la rueda’ de la SGAE.
El que fue presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) por 16 años vio en la programación de conciertos sinfónicos como un modo de compensar a un perfil de socios que difícilmente podían generar el dinero que sí generaban los de música moderna. Y también era una manera de tener contento al gremio sinfónico de cara a futuras contiendas.
Explica el diario que a las multinacionales no les pareció mal, ya que por aquel entonces la venta de discos aún no se había desplomado y las teles no generaban tanto dinero en derechos de autor. Así nacieron programas como Nocturnos, en Tele 5, Sueños, en Antena 3, y otros tantos en Televisión Española.
Según la publicación, la rueda se inventó en la cadena italiana Tele 5 y se importó a España a través de su franquicia ibérica. Pero mientras en Italia se desactivó pronto ese sistema de retorno de dinero a las teles a través de sus editoriales, en España se consolidó, empezó a generar millones de euros a unos pocos socios y, de rebote, una acumulación de votos en manos de esos mismos socios. Así es como se generan los beneficios:
Según el portal Ecoteuve, el concierto que La Sexta emitió el pasado martes 18 de diciembre a las 6.30 de la madrugada tuvo 4.000 telespectadores. Un mísero 0,6 de share. En horario nocturno de prime time, las audiencias oscilan entre el medio millón y el millón y medio. Si el reparto de derechos fuese proporcional a la audiencia de cada franja (que es lo que marca las tarifas de publicidad que financian las cadenas), la proporción de dinero que genera el minuto de madrugada frente al minuto de prime time sería de 1 a 125, de 1 a 250 o incluso de 1 a 500. Sin embargo, el reparto siempre se ha calculado en base a unas tablas de la SGAE que determinan que un minuto de música en madrugada recibe un punto y uno de prime time, cinco. Actualmente un minuto de madrugada recibe 0,6 puntos y la proporción frente el ‘prime time’ es de 1 a 8,3. Sigue a años luz de la realidad.
Ahí es donde las televisiones intuyen un negocio. Si se nutren las franjas de madrugada con videoclips y conciertos de plató, se pueden sumar muchos puntos. La noche es larga y al carecer prácticamente de audiencia, da igual qué canción suene. En La Sexta, suele haber música de 2.45 a 7.00. En Tele 5, de las 3.00 a las 6.00. En Antena 3, de 3.15 a 6.15. En Neox, de 4.15 a 6.10. Lo que podría ser asumido como una generosa plataforma de promoción musical, empieza a chirriar al ver que los autores de todas esas canciones que suenan en esa franja han firmado la cesión del 50% de los derechos que generen a las editoriales de las cadenas televisivas para poder aparecer en esos programas. Así es como la mitad del dinero que generan las canciones vuelve a la cadena.
Televisiones y músicos se lucraron durante años con un mecanismo en el que nada es ilegal: «todo se ajusta a los reglamentos que marca la SGAE. Otro cosa es que sea ético o justo», escribe Nando Cruz para El Confidencial.